La gran corte de la 'novia' de Inglaterra

Por hola.com

Carlos de Inglaterra gasta miles de euros al año pagando los salarios de todos aquellos que, por lazos de lealtad hacia él, ayudan a Camila a no sentirse incómoda viviendo una existencia más oficial cada día. El Príncipe de Gales no sólo tiene cientos de gestos románticos hacia su novia, (nunca falta una exquisita joya para celebrar una fecha o un compromiso), sino que se ha preocupado también, a medida que el papel de Camila iba cobrando más peso en la vida pública, de que a ésta no le faltaran asesores, personas que velaran por su seguridad (personal retirado de la brigada de Scotland Yard); relaciones públicas; chóferes; secretarios personales; empleados fijos para atender su casa de Raymill House, y su jardín (de esto último se ocupa el antiguo mozo de cuadras de Highgrove,Tom Normington); asesores e incluso un buen fotógrafo. Tal es el caso, de Lord Snowdon,que fue el encargado de realizar una serie de estudiadas fotografías, que nunca se han hecho públicas y que han sido pegadas en el álbum personal del príncipe de Gales.

Pendiente de todos los detalles
No obstante, Camila no solo recibe. Ella es una persona que da y que se preocupa hasta del más mínimo detalle en la vida del Príncipe. Nadie duda de que [Carlos de Inglaterra] ha superado razonablemente la muerte de la Reina madre gracias a Camila, ni de que éste haya ido avanzando y reafirmándose como ser humano gracias al apoyo de esta mujer que ha sido para él como una sólida roca en todo momento.

La nueva señora Shand
No es fácil, sin embargo, asociar a Camila, aristócrata de campo, despreocupada por la moda y por su peinado; con sus viejos vaqueros, cuidando el jardín y contando chistes con la nueva señora Shand. Una mujer mucho más elegante que estrena vestido en cada ocasión y que sabe elegir apropiadamente cuál de las joyas que forman parte de su nada despreciable colección debe ponerse para hacer vida oficial.


Siempre a su lado
Sus hijos, Tom y Laura; su hermana, Annabel Elliot y su anciano padre, el comandante Bruce Shand, están a su lado permanentemente; en cuanto a sus íntimos tampoco podemos olvidarnos de citar a algunas de aquellas personas que han estado o a su lado en los peores y más desgraciados momentos: la baronesa Jane von Westenholz, esposa del anticuario Piers von Westenholz; la escritora Candida Lycett-Green, hija del poeta sir John Betjeman; lady Sarah Keswick, esposa del banquero sir Henry Keswick, y Carline Benson, viuda de una figura de la hípica, Charlie Benson; lord Rothschild, el millonario filántropo en cuya casa de Corfú se ha refugiado Carlos y Camila y finalmente, entre otros, el terrateniente Corbett-Winder y su esposa Kate.