Holanda late por su Reina. Su sonrisa franca y siempre dispuesta, seña de identidad de la soberana, irriga los corazones de la legión de admiradores que tiene por todo el globo e insufla aire nuevo a actos oficiales como el de hoy. Esta mañana hemos vuelto a presenciar a la reina de corazones en acción. De rojo pasión, haciendo honor a este título, la soberana se ha desplazado a la localidad de Goirle para hacer entrega del premio Central Child que otorga la Fundación Niños Olvidados.
La entrega del galardón se engloba dentro de las actividades que se llevan a cabo durante toda una semana para llamar la atención sobre los niños que residen en centros de acogida. Cada año personas, organizaciones o refugios dedicados al cuidado de estos niños reciben una distinción por su labor a lo largo del año.
El galardón ha recaído en esta edición en el centro de acogida Kompaan en de Bocht. Un hogar infantil dedicado a la prevención de conflictos dentro del grupo de niños vulnerables y especializado en la prestación de ayuda profesional psicológica, especialmente en lo que respecta al maltrato doméstico. La reina Máxima, que el pasado domingo -víspera de su 13º aniversario- acudió en familia a la tradicional cita con la hípica de los Orange, llegó al centro de acogida infantil derrochando alegría y atenciones a los niños, grandes protagonistas de este compromiso oficial. Gestos que los chavales recordarán siempre y que testimonian una y mil veces su sensibilidad.
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