Es lo que tiene ocuparse cada día de una apretada agenda laboral y además ejercer como madre de familia numerosa, que luego una se olvida de sí misma como le ha pasado a Máxima de Holanda. Según informó ayer el programa de televisión holandés RTL Boulevard, la semana pasada la reina Máxima se quedó sin gasolina en la autopista E19, entre Amberes y Bruselas.
La soberana regresaba en viaje privado a La Haya tras haber visitado en la capital belga el taller de uno de sus modistos de cabecera, Edouard Vermeulen, diseñador jefe de la firma Natan, posiblemente para ultimar los detalles del traje que lucirá el sábado con motivo del Día del Rey, broche de oro de su primer año de reinado.
Según RTL Boulevard, la Reina, que conducía su propio vehículo, se había olvidado de repostar antes de salir de Bruselas por lo que poco después tuvo que apartar el coche en el arcén antes de que se detuviera. Afortunadamente el vehículo de seguridad que la acompañaba pudo suministrarla un bidón de gasolina con el que poder reiniciar el viaje. Es lo que tiene también ser Reina.
