Las princesas Amalia, Alexia y Ariane de Holanda van a ver a San Nicolás

A diferencia de otros años, el príncipe Guillermo no acompañó a su mujer, la princesa Máxima, ni sus hijas en esta entrañable tradición navideña

Por hola.com


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San Nicolás ya ha llegado a Holanda desde España acompañado de su asistente Zwarte Piet y un año más, las princesas Amalia, Alexia y Ariane han salido a recibirle. ¿Qué regalos le habrán pedido? Las tres pequeñas acudieron a la ceremonia de bienvenida del Santo en la localidad de Scheveningen, acompañadas de su madre, la princesa Máxima. Las hijas de los herederos tuvieron el honor de ser saludadas en persona por el Santo. La princesa Ariane, entusiasmada, no pudo reprimir su alegría e incluso se atrevió a dar un beso en la mejilla de San Nicolás, lo que arrancó las risas de su madre.

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De este modo da arranque en toda Holanda una tradición que es comparable a la de los Reyes Magos en España. El Santo llega a tierras holandesas en su barco "Madrid", acompañado por su fiel lacayo Zwarte Piet y con una ingente cantidad de regalos para los niños holandeses que a partir de ahora esperarán con toda la ilusión que llegue la madrugada del día 5 de diciembre, fecha en la que San Nicolás hará finalmente la entrega de los regalos. La noche anterior los pequeños holandeses habrán dejado comida y agua en las ventanas de sus casas para el Santo y su caballo Schimmel. Los niños que se hayan portado bien durante el año recibirán regalos mientras que los que se hayan portado mal serán enviados a España, metidos en un saco y a espaldas de Zwarte Piet, según cuenta la leyenda.


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La multitud de niños y padres que esperaban la llegada del Santo no impidió que las hijas de los príncipes de Orange se hicieran fotos con San Nicolás y le dieran sus respectivas cartas. Las hijas de los herederos holandeses llevaban el típico gorro de Zwarte Piet y sujetaban pequeños saquitos de dulces.

Como es habitual, Máxima de Holanda quiso que sus hijas disfrutaran de este entrañable evento como los demás niños, por lo que se dejaron ver por las calles con total normalidad, disfrutando del gran ambiente festivo y compartiendo impresiones y fotos con otras familias. Al igual que el año pasado y a diferencia de los anteriores, el príncipe Guillermo no acompañó a su mujer y a sus hijas en esta entrañable tradición navideña.