Las palabras con las que el príncipe Johan Friso renunció al trono

Por hola.com

El príncipe Johan Friso de Holanda, segundo en la línea de sucesión al trono tras su hermano Guillermo, ha decidido seguir adelante con sus planes de boda con Mabel Wisse Smit, a pesar de que el 68 por ciento de los holandeses creen que no debería casarse con ella. Frente a este alto porcentaje de ciudadanos dispuestos a cambiar de opinión en cuanto quede demostrado que Mabel Wisse no ha manipulado a su favor información realmente comprometida, existe, sin embargo, otro 30% de la población que cree que la prometida del príncipe Friso está siendo utilizada por los medios e injustamente tratada. También, los que alegan a su favor que un programa de televisión no puede llevar a conclusiones directas y que Mabel Wisse no negó jamás que existiera una relación.

La polémica surgió después de que los medios de comunicación holandeses airearan una supuesta relación sentimental en el pasado de su prometida con el capo de la mafia asesinado en 1991, Klaas Bruinsma. Consciente de la oposición de su pueblo y, quizás, para evitar que la crisis real dañe la imagen de la [Familia Real holandesa], así como que se den a conocer más detalles escabrosos del pasado de Mabel, el príncipe Johan Friso ha decidido renunciar a sus derechos a la corona, según ha informado el Gobierno de los Países Bajos.

Jan Peter Balkenende, el primer ministro holandés, anunció en rueda de prensa, que el Gobierno holandés no pediría al Parlamento la aprobación del matrimonio del príncipe Johan Friso y Mabel Wisse. Tal y como él mismo ha explicado, esta decisión significa que el Príncipe ha renunciado a sus derechos dinásticos y que por tanto no necesita la aprobación del Parlamento holandés para contraer matrimonio.

La Familia Real holandesa atravesó uno de los peores momentos de su historia a raíz de entonces. La carta de renuncia a los derechos a la corona del príncipe Friso, que él mismo ha pedido que fuera hecha pública, ha resultado un golpe muy duro para los ciudadanos holandeses y, especialmente, para la reina Beatriz. Sin duda el más difícil de la soberana holandesa desde que falleciera en octubre de 2002 su esposo e inseparable compañero, el príncipe Claus.

Cuando el pasado mes de junio, la reina Beatriz anunciaba feliz el compromiso del príncipe Johan Friso y de su prometida, Mabel Wisse, por lo más remoto podía sospechar que unos meses después, y debido a la presión de los medios de comunicación, su hijo se hubiera visto obligado a renunciar a su condición real. Un amargo disgusto para la soberana que en palabras del Primer Ministro holandés, Balkenende, no atraviesa "por sus mejores días".