La mansión de la princesa Máxima y el príncipe Guillermo ya está lista para vivir

Por hola.com

El próximo miércoles, 16 de abril, sus Altezas Reales, el Príncipe de Orange y la princesa Máxima, harán una visita de presentación a Wassenaar, la pequeña población en la que empezarán a residir después del verano.
Como futuros vecinos de este Ayuntamiento, los futuros Reyes de Holanda serán recibidos por los dirigentes de la localidad y por algunos de sus conciudadanos que se han mostrado encantados con la idea de que el matrimonio se instale en la finca De Horsten (Eikenhorst), en las afueras de Wassenaar, un pueblo que hace 5.000 años todavía estaba cubierto por el mar

Rodeada por 12 kilómetros de bosque
Durante su estancia o primera cita de presentación, los Príncipes descubrirán la imagen que ha realizado de ambos el prestigioso artista plástico holandés Eric Claus (encargo del Comité de Wassenaar el 02-02-02) y recorrerán a pie el centro de la villa.
Los futuros Reyes de Holanda renunciaron, desde el primer momento, a vivir en uno de los majestuosos palacios de la Reina Beatriz (la Soberana más rica del mundo) a cambio de una preciosa mansión rodeada por 12 kilómetros de bosques en la que poder dar sus primeros pasos como matrimonio.
A sabiendas de que un día, tendrán que continuar con la tradición instalándose en el palacio de Huis Ten Bosch, residencia de la Reina, los príncipes han elegido esta vivienda (situada en una zona de caza) hasta que llegue el momento de tomar las riendas de la corona. Momento que la Soberana de los Países Bajos ha retrasado para darles tiempo a construir una familia.

Jardín inglés
La propiedad De Horsten pertenece a los Orange desde 1838. La compró un hermano de Guillermo II, el príncipe Federico, quien encargó a los paisajistas Zocher y Petzold que convirtieran en un jardín inglés el terreno que rodeaba la casa. La reina Guillermina adquirió las tierras en 1903 y, a su muerte, la dejó en herencia para su hija, la reina Juliana que, a su vez, la puso a disposición de la Princesa Christina cuando ésta contrajo matrimonio con Jorge Guillermo. De Horsten es, por lo tanto, propiedad privada de la reina madre, la abuela de Guillermo, aunque villa Eikenhorst fuera construida en 1985 por la princesa Christina y su marido Jorge para vivir en ella con sus tres hijos, antes de decidir -la unión terminó en divorcio- instalarse definitivamente en Nueva York.