Las medidas de seguridad y la madurez de Leonor han marcado la diferencia en los Princesa de Asturias

Ha sido una edición atípica, a causa del coronavirus, y muy distinta a la de 2019

Por María Carraté
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Las restricciones sanitarias y las medidas de seguridad han marcado este año tanto la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias como la visita de los reyes Felipe y Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, a Somao, Pueblo Ejemplar 2020. Ambos eventos han tenido claras diferencias con los del año pasado, empezando por el lugar en el que se otorgan los galardones, pues el escenario se ha trasladado al Hotel Reconquista. Del caluroso y multitudinario recibimiento de 2019 se ha pasado a las necesarias distancias entre los asistentes de este año, y ha habido algunas ausencias. En cuanto a su paso por Somao, el Pueblo Ejemplar, este año no se ha celebrado almuerzo, gran parte del recorrido ha tenido lugar al aire libre y, además, ha sido más breve. La distancia ha sido necesaria también a la hora de los saludos; aun así, los vecinos han sabido hacer llegar su cariño a la Familia Real. La otra gran diferencia la ha protagonizado la princesa Leonor: si el año pasado, en su debut, la veíamos inevitablemente nerviosa, en esta ocasión se ha mostrado más tranquila, desenvuelta y madura, algo que se ha reflejado también en sus estilismos. Dale al play y no te lo pierdas.

Leonor y Sofía vuelven a disfrutar de la cultura popular asturiana