Don Juan Carlos y doña Sofía han acudido este sábado por la mañana a la capilla ardiente de Alfredo Pérez Rubalcaba, que falleció el viernes a los 67 años de edad tras sufrir un infarto cerebral. A su llegada saludaron al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez y a la presidenta del Congreso Ana Pastor, con los que estuvieron charlando afablemente antes de entrar al Salón de los Pasos Perdidos de la cámara bajo para dar el pésame a la familia y sus seres queridos. Su hija, la infanta Elena también ha ido a la capilla ardiente a dar su último adiós al político socialista.
En imágenes: Silencio y dolor en la capilla ardiente de Alfredo Pérez Rubalcaba
Poco después de conocerse el fallecimiento del exvicepresidente del Gobierno, la Casa Real publicó un comunicado en el que valoraba su “permanente y profunda visión institucional” y “el alto sentido del Estado” que caracterizaba a Pérez Rubalcaba. Los Reyes han sido de los primeros en llegar a la capilla ardiente instalada a partir de las 20.30 horas del viernes en el Congreso de los Diputados. Don Felipe y Doña Letizia fueron recibidos también por Pedro Sánchez y Ana Pastor, así como por el presidente del Senado, Pío García Escudero, los presidentes del Tribunal Supremo y del Constitucional y las más altas autoridades del Estado. Inmediatamente se dirigieron al lugar en el que se encontraba la viuda del político, Pilar Goya, para transmitirle su pésame y unas palabras de ánimo y afecto.
Además de la Familia Real, numerosos rostros del mundo de la política, de su familia socialista, pero también de otras formaciones, han acudido desde el viernes a la capilla ardiente para rendir tributo al emblemático político. Entre ellos, el expresidente del Gobierno Felipe González, al que pudimos ver hablando con el Rey Juan Carlos a la entrada del Congreso.
Alfredo Pérez Rubalcaba fallecía este viernes en Madrid, según comunicaba el que fuera su jefe de gabinete en el Ministerio y que hasta entonces había estado realizando las labores de portavoz, Gregorio Martínez. La triste noticia se conocía a las puertas del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid), en cuya UCI llevaba ingresado desde el miércoles, cuando sufrió un ictus. Rápidamente fue trasladado al hospital e intervenido de urgencia. Un día después, su estado empeoró y su situación se tornó de "extrema gravedad" hasta que resultó irreversible.
