"Permítame que acabe con un emocionado... ¡Viva México!". Con estas palabras, Felipe VI ha terminado el que ha sido su primer discurso en su visita oficial al país latinoamericano. Después de que el presidente Enrique Peña Nieto homenajeara a los soberanos con unas cariñosas palabras reconociendo los "lazos centenarios e indisolubles" de ambas naciones y mostrándole su admiración por haberse convertido en un "símbolo de unidad y esperanza para su pueblo" y un "ejemplo de renovación para Europa", el Rey confesó que tanto él como la reina Letizia sentían "mucha emoción de ser recibidos en un país que ocupa un lugar tan especial en nuestro corazón".
Además, recalcó que este viaje tiene especial relevancia y significado, ya que se trata del primero que hacen como soberanos al continente americano. "Las relaciones son una importancia capital", sobre todo, porque "se han ido formando a lo largo de una experiencia histórica y cultural común muy amplia, y porque se basan en vínculos mucho más profundos que los políticos o comerciales. Son relaciones construidas entre personas que, por tanto, transcienden gobiernos e instituciones y eso las hace aún más sólidas". "Durante los próximos tres días tendremos el privilegio de conocer más de cerca esta tierra tan querida y de disfrutar de unas gentes por las que la Reina y yo siempre hemos sentido un profundo aprecio y respeto", añadió.
Después de aterrizar en el aeropuerto internacional Benito Juárez, don Felipe y doña Letizia comenzaron sus actividades este lunes con una ofrenda floral ante el Monumento de los Niños Héroes. Para este acto, la Reina se cambió de look y de peinado, dejando el liso y presumiendo de su corte de pelo con marcadas ondas. Tras sorprendernos con su vestido de estreno, un diseño bicolor en topo y crudo con cuerpo entallado y falda de vuelo de Hugo Boss, se decantó por un outfit más sobrio en tonos pastel, luciendo un vestido verde (que nos recordaba al diseño de Felipe Varela que lució en la Primera Comunión de su hija, la princesa Leonor), combinado con una chaqueta tweed estilo Chanel con ribetes en el mismo tono, sandalias nude y cartera de mano a juego.
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A continuación, tuvo lugar la bienvenida oficial en el Campo Marte por parte del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Enrique Peña Nieto, y la Primera Dama, Angélica Rivera, cuyo estilo también causó sensación y apostó por un arriesgado look compuesto por una blusa salmón con un gran lazo y pantalones anchos de talle alto.
Posteriormente, los Reyes se han trasladado al Ayuntamiento de la capital, donde han sido nombrados Huéspedes Distinguidos y se han reunido con el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera. Tras estas actividades, acudieron al Palacio Presidencial Los Pinos, donde volvieron a reunirse con el Presidente Peña Nieto y su esposa.
Don Felipe VI y doña Letizia fueron recibidos por el presidente en su residencia oficial, en donde se llevó a cabo un intercambio de regalos, en el que se vio mucho interés y muchas sonrisas. Peña Nieto impuso al Rey la condecoración Orden Mexicana del Águila Azteca en Grado de Collar, mientras que a la Reina la condecoración Orden Mexicana del Águila Azteca en Grado de Banda Especial. Después, los cuatro disfrutaron de un cálido almuerzo en los jardines Los Pinos, donde tuvieron oportunidad de ponerse al día y conversar animadamente.
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¿El broche de oro a la primera jornada de su viaje? Por la noche, con la cena oficial que el Presidente de México y su esposa ofrecieron en honor de los Reyes en el Palacio Nacional. En esta velada tan especial, la reina Letizia y Angélica Rivera protagonizaron, cada una en su estilo, un verdadero desfile de elegancia en rojo y negro.
