Esta mañana, acompañado de la Reina, Felipe VI ha presidido los actos del 25º aniversario de la promoción del año 1989 en la Escuela Naval Militar de Marín, institución que ha visitado por primera vez como Rey de España y en la que recibió el despacho de alférez de navío. Desde entonces, don Felipe había presidido varios actos en la Escuela de Marín como Príncipe de Asturias, incluida la entrega de Reales Despachos, en alternancia con su padre don Juan Carlos, quien también cursó estudios en la misma institución.
Durante la ceremonia se ha rendido homenaje a los oficiales por el cumplimiento de 25 años de la recepción de reales despachos a la 389 promoción del Cuerpo General de la Armada, a la que pertenece el Rey, y a las promociones 119 del Cuerpo de Infantería de Marina y 64 del Cuerpo de Intendencia de la Armada.
Don Felipe ha renovado su juramento de bandera durante el acto castrense, en el que ha podido rememorar las experiencias que compartió con sus compañeros de promoción, que le han agradecido su "constante dedicación y cariño" tanto a ellos como a la Armada.
El número uno de aquella promoción, el capitán de fragata José Luis Nieto Fernández, ha recordado en su discurso lo especial que resultó contar con la presencia de don Felipe "como un alumno más". Ha abundado en que uno de "los más gratificantes" años de su carrera y del resto de oficiales fue a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, donde aprendieron valores como "el trabajo en equipo, el compañerismo y la vida en el mar".
El comandante director de la Escuela Naval Militar de Marín, el capitán de navío Juan Luis Sobrino, ha recordado que en la misma explanada en la que hoy se ha desarrollado el acto castrense el Rey recibió hace veinticinco años el Real Despacho de alférez de navío de manos de su abuelo, don Juan de Borbón. El capitán de navío Sobrino ha destacado el "sinfín de vivencias y singladuras" de la promoción de 1989 tanto en la escuela como en el buque Elcano, donde "se consolidaron unos vínculos de amistad, camaradería y compañerismo" que hoy perviven. Ha añadido que la presencia hoy de los Reyes sirve de "acicate" y ayuda a "perseverar" en el modo en que la Armada viene formando a sus oficiales desde hace casi tres siglos.
El acto castrense ha comenzado poco antes de las 13'00 horas, cuando los Reyes han sido recibidos por el almirante de personal de la Escuela de Marín, José Antonio Riestra, con los 21 cañonazos de honor de fondo, y a continuación se ha interpretado el himno nacional. Don Felipe ha pasado revista al batallón de alumnos en la explanada del recinto militar y posteriormente se ha interpretado la salve marinera y se ha rendido homenaje a los caídos. El acto se ha desarrollado bajo un intenso sol, que ha provocado varios desmayos entre los alumnos de la escuela.
El momento más emotivo ha sido cuando don Felipe ha besado la bandera, y a continuación lo han hecho sus compañeros de promoción y sus familiares. Tras sonar el himno de la Armada y proceder al desfile de los alumnos, los Reyes se han hecho una foto de familia con la promoción de 1989, y a continuación se han unido los familiares.
La de hoy ha sido la tercera visita a Galicia de los Reyes desde su proclamación. Con anterioridad, don Felipe y doña Letizia asistieron a la ofrenda nacional al Apóstol en Santiago de Compostela, y a la apertura del curso escolar en un colegio en el rural de Ourense.
Cena con sus amigos en Combarro
Don Felipe ha aprovechado este viaje para reunirse con sus compañeros de la Escuela Naval Militar de Marín. En forma y sin secuelas del jet lag a su regreso de Nueva York, el Rey se reunió anoche con ellos en el restaurante Alvariñas de Combarro (Pontevedra).
Los Reyes, que podían haber hecho noche en Madrid y haber viajado a Galicia por la mañana una vez descansados, prefirieron marcharse anoche mismo para que don Felipe no faltara a su cita, como informa La Opinión de La Coruña. El Rey acudió sin la Reina y llegó hasta el restaurante dando un paseo por el casco antiguo de Combarro junto a algunos de sus compañeros.
Don Felipe y sus compañeros de promoción tomaron primero un pincho de productos típicos -empanada, pulpo y berberechos- en el restaurante O Peraio, al que el Rey solía acudir durante sus años de formación en la Academia Naval. Después del aperitivo, todos los invitados a la cena por el 25º aniversario de la promoción del Rey, un total de 155 comensales, se dirigieron al restaurante Alvariñas donde les esperaba un menú con especialidades gallegas.
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