Se esperaba con enorme expectación la primera visita de la Reina como tal a su tierra natal. El Principado ha reclamado de doña Letizia lo mejor como asturiana y como Princesa de Asturias de pleno derecho, y ella se ha esmerado siempre en dar más aún.
Igual que hoy. La reina Letizia ha vuelto a cumplir casi un mes después de la proclamación de Felipe VI y Asturias ha vuelto a rendirse a la soberana cuando a las 11 de la mañana llegaba al acto de inauguración de los Cursos de Verano de la Fundación Príncipe de Asturias, que ha tenido lugar en el Conservatorio Superior de Música Eduardo Martínez Torner en Oviedo, en una muestra más de su compromiso con su patria chica, con la Fundación Príncipe, con la cultura.
La reina Letizia, que se ha conjuntado con el cielo gris de Asturias y ha vestido para la ocasión blusa y falda de tubo de color topo con complementos a tono (maxi cinturón y sandalias de tiras tornasoladas), ha dedicado los instantes previos a su entrada al edificio a las decenas de personas congregadas que la han recibido con aplausos y vítores como "Viva la Reina", "guapa" y "viva Asturias". La Reina se ha vuelto hacia los asturianos y les ha saludado largamente con varios "hola" y "gracias" y, a continuación, se ha dirigido a las autoridades regionales, que la esperaban a las puertas del Conservatorio.
La reina Letizia ha entrado al salón de actos entre los aplausos de los 163 alumnos de diez nacionalidades que participarán en estos cursos. La directora de la Fundación Príncipe de Asturias, Teresa Sanjurjo, en su discurso de bienvenida, ha animado a los estudiantes a esforzarse para rentabilizar las exigentes enseñanzas que les impartirán el profesorado hasta el próximo 27 de julio. El violinista libanés Ara Malikian ha afirmado durante su intervención que el músico ha de experimentar y equivocarse, que ha de tener cualidades como la rebeldía y la disconformidad para poder hacer las cosas a su manera.
Tras el acto, la Reina ha visitado varias aulas y ha comprobado por sí misma la calidad de enseñanza de primer orden que se imparte en los cursos. Ha visto a Michelle Fabbrica, un alumno de 16 años, interpretar una pieza musical para clarinete conducido por su profesor, Piero Vicenti. En otra clase, doña Letizia ha podido ver cómo la profesora Ana María Pérez rectificaba las posturas que Pablo y Mar, al violín, Laura, al piano, y Daniel, al fagot, realizaban cuando tocaban sus instrumentos. Tras hablar con la profesora, la soberana se ha dirigido al vestíbulo del Conservatorio donde le esperaban los alumnos del curso para hacerse la foto oficial junto a Malikian y luego ha estado departiendo con los estudiantes interesándose por su procedencia e inculcándoles la importancia de trabajar duro para triunfar en la música.
A la salida, la Reina ha roto el protocolo y se ha dirigido a la valla donde se encontraban cerca de un centenar de personas aguardando su salida para despedirla. Doña Letizia ha besado, ha estrechado manos, se ha hecho fotos y ha hablado con los asturianos allí presentes, en especial con Eduardo Llano, un joven en silla de ruedas que es vicepresidente de una asociación de discapacitados de Asturias. "La Reina me reconoció de otras veces que nos hemos visto y estuvimos hablando. Me comentó que le encanta asistir a la inauguración de estos cursos", ha precisado.
La cita de hoy ya figuraba en su agenda de ayer. Acudió el año pasado también a la inauguración de los cursos. Y es que doña Letizia no ha faltado jamás a Asturias. Sólo una vez en estos diez años, y por fuerza mayor –durante su embarazo de la infanta Leonor-, se vio obligada a ausentarse de los Premios Príncipe de 2005. Luego nunca más. Seguro que allí, en la tierra que la vio nacer, la Reina revivió algunos nostálgicos recuerdos de su infancia, de sus veranos... Es la misma de entonces, pero todo es muy diferente ahora.
