Isabel y María de las Mercedes de Borbón: Las dos últimas Princesas de Asturias

Por hola.com

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Con la investidura de Felipe VI, su primogénita, la infanta Leonor (2005), se convierte desde ahora en Princesa de Asturias. En este artículo repasamos la vida de sus dos últimas predecesoras a la cabeza del Principado: Isabel de Borbón (1851-1931) y María de las Mercedes de Borbón (1880-1904).

Isabel de Borbón y Borbón sería Princesa de Asturias no una sino dos veces a lo largo de su vida
. Primero durante el periodo comprendido entre su nacimiento, en 1851, y el de su hermano, el príncipe Alfonso, en 1857, y años más tarde, con motivo de la proclamación de éste como Rey de España, hasta el nacimiento en 1880 de su sobrina, la hija mayor de Alfonso XII, la princesa María de las Mercedes. La infanta Isabel, conocida popularmente en la corte madrileña como La Chata por la peculiar forma de su nariz, fue la hija mayor de la reina Isabel II y de su consorte, Don Francisco de Asís de Borbón (1822-1902). Sin embargo, actualmente los historiadores dan credibilidad al por aquel entonces rumor de que la Infanta era en realidad hija de José María Ruiz de Arana y Saavedra, Conde de Sevilla La Nueva y Duque consorte de Baena (1826-1865). La pequeña infanta Isabel, como primogénita, se convirtió al nacer en Princesa de Asturias, a falta de un hijo varón de la soberana — en 1849 Luis de Borbón había nacido sin vida y en 1850 Fernando de Borbón había fallecido a las pocas horas de venir al mundo.

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Siguiendo la tradición de ofrendar los Infantes a la Virgen de Nuestra Señora de Atocha, patrona de la Casa Real Española, la reina Isabel se dispuso a presentar a su hija a la Virgen el 2 de febrero de 1852, mes y medio después del alumbramiento. Estando aún en el Palacio Real preparándose para la visita a la iglesia madrileña, la Reina fue atacada con un estilete por Martín Merino y Gómez (1789-1852), un sacerdote de ideología liberal y muy posiblemente enajenado. Isabel II solo pudo escapar de la muerte por la protección que le ofrecieron las ballenas del corsé que llevaba en ese momento. No obstante la soberana no saldría totalmente ilesa del intento de regicidio, sino que recibiría una cuchillada de aproximadamente quince centímetros en el abdomen. Pese a sufrir un desmayo y tener que guardar cama por unos días, la reina Isabel II se recuperaría del dramático incidente con asombrosa rapidez, de modo que el 12 de febrero acudiría, esta vez sí, con su hija recién nacida a la iglesia de la Virgen de Atocha para cumplir con la costumbre.

No sería hasta 1857 que la reina Isabel II daría a luz a un varón en perfectas condiciones de salud — en 1854 alumbró a una niña, María Cristina de Borbón, fallecida a los diez días de nacer y en 1856 a Francisco de Asís de Borbón, que apenas sobrevivió unas horas —, el príncipe Alfonso. En ese momento, y de acuerdo con la ley agnaticia, la infanta Isabel dejó de ser Princesa de Asturias en favor de su recién nacido hermano.

La infancia de la Infanta sería tranquila y feliz. Su madre siempre fue muy atenta con sus retoños, y su padre, si bien de carácter más severo, especialmente en el tema de la educación, no era ajeno por completo a las muestras de cariño. Por su parte la Infanta tendría un especial nexo de unión con el príncipe Alfonso, una relación de profundos respeto y amistad que se mantendría durante la vida de ambos.

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Un momento clave en la existencia de la infanta Isabel sería el de su matrimonio, el 13 de mayo de 1868, con Cayetano de Borbón-Dos Sicilias (1846-1871), Conde de Girgenti y hermanastro del destronado Francisco II de las Dos Sicilias (1836-1894). Se trató de un matrimonio concertado por razones políticas por la reina Isabel. Entre los contrayentes, Isabel con 16 años y Cayetano con 22, apenas se conocían. Durante el viaje de bodas se produjo el levantamiento revolucionario conocido como La Gloriosa, por el que Isabel II fue destronada. Ésta se trasladaría a París, en donde se reuniría con su recién casada hija. Al poco del enlace, Don Cayetano comenzó a sufrir graves ataques de epilepsia. El matrimonio buscó una cura para el mal pero, finalmente, el Infante, extremadamente deprimido por la enfermedad y por la situación política española, se descerrajó un tiro en la sien el 26 de noviembre de 1871 en Lucerna (Suiza). La infanta Isabel, con 20 años, quedaba, así, viuda.

En 1874 se reinstauraría la dinastía borbónica en España y la infanta Isabel, ostentando por segunda vez el título de Princesa de Asturias hasta el nacimiento de su sobrina la infanta María de las Mercedes, se trasladaría a Madrid, concretamente al Palacete del Conde de Cerrajería, en la calle Quintana. Allí viviría la hija de la Reina acompañada de sus damas de compañía hasta 1931, cuando, a causa de la proclamación de la Segunda República, iría al exilio con su familia. Pese a que se intentó que casara en segundas nupcias con Luis Salvador de Austria (1847-1915), el matrimonio no llegó a tener lugar. 

Sería después de su regreso cuando la infanta Isabel comenzaría a ser muy querida en Madrid. La Infanta se convirtió en una visitante sempiterna de las corridas de toros y en una gran aficionada a la música, actuando como mecenas de los grandes compositores españoles de la época. Sus incontables obras de caridad también ayudaron a fomentar el cariño de los vecinos de la capital. Tan es así, que cuando se proclamó la Segunda República sería el único miembro de la Familia Real al que se le autorizó permanecer en territorio español. No obstante ella prefirió acompañar en el exilio al Rey. Precisamente poco después de comenzar el destierro, el 23 de abril de 1931, fallecería, cerca de París, a los 79 años de edad.

La Princesa de Asturias María de las Mercedes

Si la infanta Isabel fue Princesa de Asturias de forma intermitente, la princesa María de las Mercedes lo sería desde su nacimiento, el 11 de septiembre de 1880, hasta su muerte, acaecida el 17 de octubre de 1904. María de las Mercedes de Borbón y Habsburgo Lorena fue la hija primogénita del rey Alfonso XII y de la reina consorte María Cristina, la popularmente apodada como ‘Doña Virtudes’. A diferencia de en el caso de su tía la infanta Isabel, las posibilidades de que la infanta María de las Mercedes reinara eran considerables — en el momento de nacer tan solo la susodicha Isabel además de otras dos tías, las infantas Paz y Eulalia se encontraban en la línea sucesoria. Pese a ello, cuando Alfonso XII muere el 25 de noviembre de 1885 sin descendencia masculina, no se nombra a la infanta María de las Mercedes como Reina, sino que se espera, a través de la instauración de una regencia, a que la reina María Cristina, embarazada, diera a luz, con la esperanza, como así fue finalmente, de que alumbrara a un niño. En definitiva, el 17 de mayo de 1886, llegaba al mundo el rey Alfonso XIII. La Infanta mantendría el título de Princesa de Asturias, si bien sus posibilidades de ascender al Trono de España se desvanecerían.

En 1901 la infanta María de las Mercedes contraería matrimonio con Don Carlos de Borbón, príncipe de las Dos Sicilias. Al igual que ocurriera con su tía se trató de un enlace arreglado, en este caso, por la madre de la novia, la Reina regente. El matrimonio tendría tres hijos: Alfonso, Infante de España y Duque de Calabria (1901-1963), el infante Fernando (1903-1905) y la infanta Isabel Alfonsa, Condesa Zamoyska (1904-1985). Precisamente durante los rigores del parto de su única hija, la infanta María de las Mercedes encontraría la muerte en el Palacio Real de Madrid. Su hijo Alfonso de Borbón-Dos Sicilias y Borbón se convertiría con el fallecimiento de su madre en Heredero fugaz a la corona española, aunque no llegó a ostentar en ningún momento el título de Príncipe de Asturias de forma oficial. En 1907 el Principado sería asumido por Alfonso de Borbón y Battenberg (1907-1938), primogénito del rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia. La infanta María de las Mercedes siempre sería recordada entre los españoles por su bondad y por su afable carácter.