El Rey entrega el Premio Cervantes a Elena Poniatowska, la 'Princesa roja'

Por hola.com

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Hoy y tras una vida entregada al periodismo y a la literatura, la escritora mexicana Elena Poniatowska ha recibido de manos de los Reyes el Premio Cervantes, el galardón más importante de las letras en lengua española, en un solemne actor celebrado en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, quien ratifica un año más su condición de Ciudad de las Artes y las Letras.

Don Juan Carlos y doña Sofía, que presidieron ayer en el Palacio Real junto a los Príncipes de Asturias el almuerzo anual que se ofrece al mundo de las letras en honor al Cervantes de cada año, volvieron a la Plaza de San Diego para hacer entrega del preciado premio. Dotado con 125.000 euros, este que otorga el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, es el máximo reconocimiento a la labor creadora de escritores españoles e hispanoamericanos cuya obra haya contribuido a enriquecer de forma notable el patrimonio literario en lengua española.

Los soberanos fueron recibidos por las autoridades del premio y por una pequeña alcalaína, vestida con el traje regional, que le hizo entrega a la Reina del tradicional ramo de flores. El Rey regresaba apoyado en su bastón a la ciudad cervantina por el aniversario de la muerte del autor de El Quijote y por el Día Internacional del Libro, tras dos años de ausencia por motivos de salud, para distinguir a la llamada Princesa roja. Hoy figurada y literalmente, porque la escritora, de raíces aristocráticas e ideas rebeldes, ha vestido el traje "rojo chillón y amarillo" que le regalaron las mujeres de Juchitán (Oaxaca, México) para que se lo pusiera en ocasiones solemnes como la de este miércoles.

 

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La escritora mexicana Elena Poniatowska ha agradecido el Premio Cervantes con un discurso de marcado carácter social en el que ha tenido muy presente a los perdedores de América Latina y a esos millones de pobres cuyo silencio "es también un silencio de siglos de olvido y de marginación".  Poniatowska, "una Sancho Panza femenina" en sus propias palabras, se considera una escritora que "no puede hablar de molinos, porque ya no los hay, y en cambio lo hace de los andariegos comunes y corrientes que cargan su bolsa del mandado, su pico o su pala, duermen a la buena ventura y confían en una cronista impulsiva que retiene lo que le cuentan. Niños, mujeres, ancianos, presos, dolientes y estudiantes caminan al lado de esta reportera que busca, como lo pedía María Zambrano, 'ir más allá de la propia vida, estar en las otras vidas".

La escritora mexicana, de casi 82 años y rodeada de sus tres hijos y de siete de sus nietos, también ha rendido homenaje durante su discurso al gran escritor colombiano Gabriel García Márquez, fallecido el pasado jueves. "Con Cien años de soledad, le dio alas a América Latina, y es ese gran vuelo el que hoy nos envuelve, nos levanta y hace que nos crezcan flores en la cabeza". Poniatowska, reconocida hoy por su "brillante trayectoria literaria y una dedicación ejemplar al periodismo siempre desde un firme compromiso con la historia contemporánea", se ha convertido así en la cuarta mujer con el Premio Cervantes desde su creación en 1976, tras las españolas María Zambrano, Ana María Matute y la cubana Dulce María Loynaz.