La cantidad y categoría de los asistentes daba una ligera idea de la calidad humana y profesional del homenajeado. Los Príncipes de Asturias fueron los encargados de presidir en Casa de América esta cena homenaje de relumbre, organizada por el Capítulo Ibérico del Consejo Empresarial de América Latina, en honor al asturiano Enrique V. Iglesias, como reconocimiento a su labor al frente de la Secretaría General Iberoamericana desde su creación en el año 2005. Se dieron cita muchas caras conocidas entre los que destacaban la empresaria Alicia Koplowitz y su sobrina Esther Alcocer Koplowitz; el empresario Ernesto Manríquez; Jorge Moragas, Jefe de Gabinete del Presidente del Gobierno de España; Ana Pastor, Ministra de Fomento; José Ignacio Wert, Ministro de Educación, Cultura y Deporte, y Trinidad Jiménez, Secretaria de Política Social del PSOE.
Don Felipe ofreció un discurso en el que habló de los años que Enrique Iglesias lleva a cargo de la Secretaría y la misión tan importante que ha realizado a la hora de llegar a un consenso entre las partes. Destacó su labor "tan excelente como intensa, en la que has cumplido con brillantez los cometidos que te encomendaron los Jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos", al tiempo que transmitió a Enrique V. Iglesias "la gratitud y el saludo más afectuoso de Su Majestad el Rey".
Afirmó que "la Comunidad Iberoamericana tiene ante sí grandes retos, pero contiene igualmente en sí misma las capacidades y los recursos para poder abordarlos con éxito", y subrayó a continuación que "esas capacidades pueden alcanzar su mayor efectividad a través de la concertación y la cooperación más estrecha entre nuestros países. Por eso es fundamental la SEGIB, y por eso son fundamentales las demás instituciones del Sistema Iberoamericano que articulan nuestra Comunidad de Naciones. Una sólida institucionalidad es clave para impulsar y canalizar el mejor desarrollo de los proyectos en beneficio de nuestras sociedades y ciudadanos".
Finalizó su intervención deseando a Enrique V. Iglesias "lo mejor", "con mi convencimiento de que —conociendo tu generosidad—, podremos seguir contando contigo, porque tu experiencia es un activo del que los iberoamericanos no debemos ni queremos prescindir". Al término del discurso, el Príncipe y el homenajeado se fundieron en un fuerte abrazo.
El homenaje para Enrique V. Iglesias se convirtió en una fiesta para todos con infinidad de detalles para recordar: el buen humor desplegado por don Felipe y doña Letizia; sus continuos gestos de complicidad y felicidad, como el momento en el que unieron sus manos durante la foto de familia o sus continuos cruces de miradas; el favorecedor atuendo de la Princesa, un vestido de cóctel sin mangas y con escote asimétrico, que coronó con un falso bob, que le daba al conjunto un toque muy real... Una noche redonda.
La velada precedía el viaje de los Príncipes de Asturias a Grecia para rendir tributo al rey Pablo, en el quincuagésimo aniversario de su muerte, junto a la reina Sofía y las infantas Elena y Cristina. Una ceremonia privada que reunirá en el Palacio de Tatoi a la Familia Real española y a la Familia Real griega.
