Los Reyes Magos visitaron el día 6 miles de casas haciendo sonreír a otros tantos niños y mayores, que se dejaron conquistar un año más por la magia de esta última fiesta navideña. Los regalos se apiñaron en torno a los zapatos para que los peques de la casa los descubrieran. Como ya es tradición en su familia, los Príncipes de Asturias cambiaron el traje de gala de la mañana, para aprovechar la tarde con sus dos niñas.
Tras presidir, junto a los Reyes, la Pascua Militar, don Felipe y doña Letizia se dirigieron en su coche a casa de Jesús Ortiz, padre de doña Letizia para descubrir lo que Melchor, Gaspar y Baltasar habían dejado para las infantas Leonor y Sofía. Estas iban sentadas en el coche tras sus padres, Leonor detrás del Príncipe, que conducía, y Sofría detrás de su madre. Todos se protegieron bien del frío, doña Letizia con un abrigo con detalles de piel y sus hijas también con prendas adecuadas.
Seguro que no dejaron de jugar hasta que llegó la hora de marcharse y quizás probaran también un poco del típico roscón. Es una tarde que los Príncipes reservan siempre para pasarla en familia de forma privada. Como muchos otros niños, las pequeñas Infantas volverán en unas horas al colegio dejando atrás las fiestas navideñas, que han estado seguro llenas de regalos y muchas sorpresas. ¿Qué les habrán traído a las niñas los Magos?
