El torero Julio Aparicio ha dicho adiós a los toros, y lo ha hecho por sorpresa. Tras una tarde muy floja en la Feria de San Isidro, el diestro sorprendió cortándose la coleta en la plaza de toros de Las Ventas, en Madrid. Después de no haber conseguido, como en sus mejores momentos, poner al público en pie en sus dos últimas corridas, Aparicio tomó la decisión más importante de su vida.
En un arrebato le pidió a El Fandi, que compartía cartel con él, que fuese él el encargado de arrebatarle ese objeto tan simbólico para un maestro de los ruedos como es él. Aparicio lleva 25 años en la profesión y por sus venas corre sangre torera, ya que es hijo de una de las grandes figuras del toreo de los años 60 y de mismo nombre: Julio Aparicio Díaz. Su madre, Maleni Loreto -que falleció hace unos meses-, fue también una artista, aunque ella del baile.
En la plaza, como siempre viéndole de cerca, se encontraba su apoderado José Ortega Cano, que no podía creer lo que estaba viendo, pues nunca podría haber imaginado que sería su última tarde como apoderado de Julio Aparicio. También fue testigo de su retirada de los ruedos la infanta Elena, que estuvo en el palco viendo la corrida en la que también toreó Miguel Ángel Perera.
La duquesa de Lugo volvió a acudir a la plaza de toros madrileña, donde se encontraban rostros populares como Ana Rosa Quintana con su marido, Juan Muñoz, que estuvieron siguiendo la corrida junto a Nuria González; la presentadora Anne Igartiburu, que entró sola a la plaza pero dentro se encontró con su novio, Daniel Alcaraz; Carmen Martínez Bordiú, el torero Miguel Abellán o los actores Marta Hazas y Javier Veiga. Dado que su marido, Finito de Córdoba estaba en la plaza retransmitiendo para Canal Plus, Arantxa del Sol también se dio cita en la plaza.
