Llegaron por separado, no posaron juntas, aunque ambas disfrutaron del mismo espectáculo. La Princesa de Asturias asistió ayer en el Teatro Tívoli de Barcelona a una función del último espectáculo de la compañía de Ángel Corella, el Ballet de Castilla y León, al que acudió en compañía de una amiga y de su hermana, Telma Ortiz, residente en la Ciudad Condal y actualmente subdirectora de Relaciones Internacionales para Asia del Ayuntamiento de Barcelona.
La Princesa viajó el domingo hasta Barcelona para visitar a su hermana y a su sobrina, Amanda, con las que está muy unida. Tras pasar la mañana juntas, doña Letizia y Telma, acompañadas por la pequeña, decidieron acudir al Teatro para disfrutar del espectáculo del bailarín Ángel Corella, uno de los favoritos de Doña Letizia.
Al terminar la función, la Princesa sorprendió a propios y extraños al posar algunos minutos ante los medios de comunicación, mostrando la más espléndida de las sonrisas. Su hermana, por su parte, prefirió salir por la puerta de atrás dejando el protagonismo a doña Letizia.
Ataviada con un largo abrigo de cuero, botas altas a juego y un fular gris con tonos florales, atuendo que evidenciaban las bajas temperaturas de la capital catalana, la Princesa de Asturias atendió a todos con una gran amabilidad, dejándose incluso fotografiar por grandes y pequeños, que teléfono en mano no quisieron perderse la oportunidad de inmortalizar a la futura Reina de España en sus móviles.
Tras ser retratada como una auténtica estrella de cine sobre la alfombra roja, doña Letizia caminó unos 200 metros hasta la Plaza de Cataluña e incluso se paró ante el reclamo de unos ciudadanos que le solicitaron un autógrafo. Ella accedió amablemente, ante la mirada estupefacta de los paseantes.
La Princesa Letizia ya asistió el pasado año, junto a su hija mayor, Leonor, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, a la representación de El lago de los cisnes a cargo del Corella Ballet Castilla y León.
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