Los Reyes recibieron ayer a la presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal, y a su esposo, José Miguel Arroyo, al inicio de su visita de tres días a España, la primera con carácter de Estado de los últimos 45 años.
Por dicho motivo, don Juan Carlos, doña Sofía y los Príncipes de Asturias agasajaron a los recién llegados con una espléndida cena de gala en el Palacio Real de Madrid, a la que aparte de asistir Macapagal, también acudieron el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, los del Congreso, Manuel Marín, y Senado, Javier Rojo; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, y dos invitados de honor como Miguel Boyer y su esposa, Isabel Preysler, natural de Manila, capital de Filipinas.
Minutos antes de comenzar la cena, los Reyes, los Príncipes de Asturias junto a la presidenta de Filipinas recibieron a los asistentes en la entrada del Palacio Real. Una de las invitadas que brilló con luz propia fue Isabel Preysler, quien eligió para esta ocasión tan especial un precioso vestido largo gris con volantes y escote en pico adornado con pedrería. Quien también destacó por su elegancia fue la Princesa de Asturias que optó por una elegante falda con vuelo negra con estampado de flores blancas, imitando a un mantón de Manila, que acompañó con un espectacular corpiño blanco de pedrería que iluminó con una singular banda roja y que remató con una tiara de brillantes engastada en un original moño. La Reina por su parte se decantó por un largo vestido negro con pedrería y transparencias en las mangas, que combinó con un bello collar de perlas y una espectacular tiara.
Una cena con recuerdo Su Majestad el Rey aprovechó está armoniosa cena, su primera intervención en público tras el atentado del pasado sábado contra una pareja de Guardias Civiles en Francia, para pedir que "se redoblen los esfuerzos para acabar con el terrorismo". El Rey recordó a su vez la "crueldad y cobardía del terrorismo" y mandó, una vez más, un mensaje a la familia de Raúl Centeno, agente de la Benemérita de 24 años fallecido el sábado por la mañana en el suroeste de Francia. " En estos momentos de intenso dolor reiteramos nuestra solidaridad, apoyo y afecto a sus familiares y compañeros, al tiempo que nuestra más firme repulsa y condena de la barbarie terrorista" señaló el Monarca durante la cena.
Por su parte, la presidenta de Filipinas, ante las palabras de don Juan Carlos sentenció: "Ofrezco mi más sentida condolencia, así como la de mi pueblo" destacando a su vez "el heroísmo de los defensores de la paz y la justicia, actos que serán recordados no solo en España, sino también en nuestro país". Para finalizar con la cena de bienvenida el Monarca, al igual que Macapagal, subrayaron los lazos de amistad y colaboración entre los dos países, aunque don Juan Carlos insistió en ahondar en las relaciones bilaterales, en especial en el área económica y comercial, que consideró que requiere "mayor dinamismo", así como el desarrollo en el campo de las energías renovables, así como la cultura.
