Hablar de las vacaciones estivales de la Familia Real española es hablar de Mallorca, de sol, de mar y, como no, del Fortuna. Cada verano Sus Majestades los Reyes y sus tres hijos, las infantas Elena y Cristina y el príncipe Felipe, disfrutan a bordo del yate real de divertidas jornadas marineras. Este año tampoco ha sido la excepción. Los Reyes salieron ayer a navegar, acompañados por sus cinco nietos, Felipe Juan Froilán, Victoria Federica, Juan Valentín, Pablo Nicolás y Miguel.
Surcaron las aguas del Mediterráneo en la embarcación real, que fue patroneada por un marinero de excepción: el propio rey don Juan Carlos. Los niños no se separaron de su lado y no perdieron detalle de ninguno de sus movimientos en el timón, una prueba más de que los benjamines de la familia han heredado la pasión por el mar y la navegación, que ya tenía su bisabuelo, el Conde de Barcelona. Asimismo, la Reina, como es habitual cada vez que tiene a su lado a sus nietos, disfrutó plenamente de la compañía de los pequeños y de su papel de abuela, especialmente con el pequeño Miguel.
Los Duques de Palma, dos enamorados en alta mar
El Rey compaginará, desde hoy, y hasta que el próximo 25 de julio viaje a Santiago de Compostela para la inauguración de las celebraciones del Año Santo, mar y competición en la bahía de Palma, con motivo de una nueva edición de la regata Breitling, que reúne a las mejores embarcaciones del mundo, incluida el Bribón, que patroneará Su Majestad y que defenderá este año la victoria de la edición anterior.
A la espera de reunirse con el resto de la familia, la [infanta Cristina] y su esposo, Iñaki Urdangarín, fueron los primeros en desplazarse hasta Mallorca con sus tres hijos Juan Valentín, Pablo Nicolás y Miguel para iniciar las vacaciones de verano. Así, la feliz familia pudo disfrutar de unas jornadas en el mar durante el pasado fin de semana.