El 'príncipe Turbo', el de los cinco maratones, el que recientemente se postuló para convertirse en campeón del mundo en el Mundial de Cross que se celebró a finales de marzo en Aarhus tendrá que renunciar a participar este año en una de sus carreras predilectas. Federico de Dinamarca ha tenido que decir adiós a su ilusión de correr la Royal Run que se celebrará el próximo 10 de junio. Pero, ¿cuál ha sido el motivo que le impedirá acudir a tal evento? Pues un problema de espalda que lleva arrastrando desde hace meses y del que ya tuvo que ser operado en otoño del año pasado.
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Se trata de una hernia discal, tal y como ha informado la propia Casa Real a través de su página web. Según la institución, en esta ocasión le ha tocado el turno a su lado izquierdo y que, aunque es una dolencia leve por el momento, corre el riesgo de empeorar si corre los 10 kilómetros de la citada maratón. De ahí que Federico de Dinamarca no vaya a lucir dorsal en la presente edición de la Royal Run, aunque sí se dejará ver en algunos de los eventos de corta distancia en los que participarán jóvenes y adultos y que tendrán lugar tanto en Aarhus como en las islas Feroe y en Copenhague.
Cabe recordar que el pasado mes de septiembre la Casa Real anunció, también a través de un comunicado, que el hijo de la reina Margarita había tenido que ser intervenido en el Rigshospitalet de Copenhague de una hernia de disco y que tendría que someterse a varias sesiones de rehabilitación, por lo que se vio obligado a suspender temporalmente su agenda de actos oficial. Lo cierto es que el hecho de no poder participar en la Royal Run ha supuesto para Federico de Dinamarca un duro revés, teniendo en cuenta que es un gran aficionado al deporte y siempre que puede practicar algunas de sus disciplinas favoritas como el atletismo -ha corrido varios Iron Man y otros tantos maratones-.
El año pasado, sin ir más lejos, sí participó en la anterior edición de la carrera real junto a cerca de 70.000 daneses. Acababa de cumplir 50 años y era una bonita forma de celebrarlo con todos los ciudadanos y, por supuesto, con su familia, que le acompañó y animó en este día. Incluso su mujer, Mary de Dinamarca, se unió a él para correr 10 kilómetros en Odense. Eso sí, para entonces, el heredero al trono danés no pudo darlo todo como solía hacer en otro tipo de eventos deportivos. "He estado sufriendo algunos problemas de espalda recientemente, lo que me hace incapaz de correr como a mí me gustaría", adelantó ya en aquel momento.
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