Ha salido de cuentas y dará a luz cualquier día de éstos. Pero eso no impidió a la princesa a Marie unirse al resto de miembros de la Familia Real danesa para celebrar los 40 años en el trono de la reina Margarita.
La esposa del príncipe Joaquín se empeñó en realizar una última aparición pública antes del nacimiento de su bebé para conmemorar la gran ocasión, ya que su avanzado estado de gestación no recomendaba su asistencia a las grandes citas de gala. Y no faltó a la más popular: resplandeció en la salida al balcón del palacio de Amalienborg de Copenhague junto al resto del clan.
La princesa Marie presumió de embarazo en un entallado y favorecedor vestido púrpura. Estaba radiante. Si se sentía cansada, no lo demostró. Lo que sí fue evidente es su instinto maternal. Compartió orgullosas miradas con su marido, el príncipe Joaquín, hacia su pequeño, el príncipe Henrik, de dos años. Completaban la formación familiar los príncipes Nicolás y Félix, fruto del primer matrimonio del hijo pequeño de la reina Margarita con la condesa de Frederiksborg.
Unas 10.000 personas se congregaron en la plaza palaciega para felicitar a la soberana danesa por sus cuatro décadas de reinado. También recibieron como recompensa una nueva aparición de los gemelos de los príncipes Federico y Mary, los príncipes Jospehine y Vincent, que recibieron atenciones de todos los miembros de la familia. Por la noche, una cena de gala celebró nuevamente el aniversario real, esta vez sin la princesa Marie. Hay que reservar fuerzas para lo que viene.