Abril… celebraciones mil. La Familia Real danesa vuelve a estar de cumpleaños. Si la semana pasada la reina Margarita festejaba por todo lo alto y rodeada de amigos su 70º aniversario, ayer hacía lo propio su nieta, la princesa Isabella, que cumplía tres añazos.
La lluvia y la nieve, que por unas horas regresó a Dinamarca a pesar de la entrada hace semanas de la primavera, no enfrió los ánimos. Ni las ganas de fiesta y diversión de la familia. La princesa Isabella, segunda hija de Federico y Mary de Dinamarca y tercera en la línea de sucesión al trono danés, por detrás de su padre y de su hermano mayor, el príncipe Christian, celebró la señalada fecha en la Casa de la Cancillería del palacio de Fredensborg. A las tradicionales canciones de cumpleaños, regalos y banderas danesas de la mañana -los Príncipes la despertaron como manda la tradición entonando el Cumpleaños feliz-, le siguieron por la tarde más canciones, más regalos y una fiesta privada con sus compañeros de guardería y la reina Margarita como invitados.
La pequeña se hace mayor. Y, aunque hay muchas maneras de marcar una especial ocasión, lo cierto es que no hay muchas mejores de rescatar los mejores episodios de la vida que con una buena foto. Por eso, con motivo de este cumpleaños, sus padres han difundido unos retratos oficiales tomados por el fotógrafo Franne Voight en el palacio Fredensborg de Copenhague. Dos instantáneas en blanco y negro: una en la que aparece la niña con abrigo oscuro y un simpático gorro con un lazo y otra junto a su hermano mayor en el interior de la residencia. Un grato recuerdo y una nueva oportunidad para verla crecer.
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