Una vez más, siguiendo con la tradición, la Familia Real danesa ha recibido el Año Nuevo con una deslumbrante cena de gala en el palacio de Amalienborg, en Copenhague. Miembros de la nobleza, políticos, militares, diplomáticos y miembros del Gobierno respondieron a la tradicional invitación de la reina Margarita y el príncipe Henrik, anfitriones de la velada. Junto a ellos estaban sus dos hijos acompañados de sus respectivas cónyuges. El príncipe heredero Federico y la princesa Mary así como el príncipe Joaquín y la princesa Marie.
Los termómetros no subían de cero grados en Copenhague así que las damas de la Familia real danesa cubrieron sus vestidos de gala con elegantes estolas de piel. La reina Margarita y la princesa Mary fueron las más atrevidas en sus vestidos eligiendo colores tan alegres como el fucsia y el naranja. La princesa Marie, que ha sido madre esta año de su primer hijo, optó por un vestido de color rosa palo que cubría con un bolero blanco. La recepción de Año Nuevo inicia la vuelta de la agenda oficial de la familia real danesa tras las vacaciones navideñas.
