Cunde el buen ejemplo en la Familia Real danesa. A las sobradas muestras que el príncipe Joaquín y la condesa Alejandra han dado de su excelente relación como ex matrimonio, desde su separación en septiembre de 2004, por el bien de sus dos hijos, los príncipes Nicolás y Félix, se suman los afectuosos gestos entre ex suegra y ex nuera. O sea, entre la reina Margarita y la Condesa.
La soberana, que ha participado en la escenografía de la película El cisne salvaje, basada en uno de los cuentos del escritor danés Hans Christian Andersen, acudió a la presentación de la cinta arropada por su esposo, el príncipe Henrik, así como por la primera esposa del príncipe Joaquín y sus dos nietos mayores. La cita de la Reina en la ciudad de Odense, que incluía la apertura de la exhibición de Handersen y el visionado del filme, permitió ver a las dos damas saludándose afectuosamente. Como tantas otras antes, como pocas ahora. Primero, con la protocolaria reverencia, y después, con un cariñoso beso en la mejilla y recíprocas sonrisas.
No fue el único saludo regio del día digno de foto para los reporteros. También acapararon los flashes los de los príncipes Nicolás y Félix, que demostraron maestría en el protocolario arte. La afortunada: la pequeña que obsequió, como es tradición en los actos oficiales, a su abuela con una bouquet de flores y estrechó la mano de los Príncipes del futuro.
