El tiempo apremia y la expectación en el reino danés crece por momentos. Y es que apenas faltan 30 días para que sus conciudadanos asistan a la boda del [príncipe Federico] y su prometida, Mary Donaldson. Tan sólo un mes a lo largo del cual los últimos preparativos nupciales inconclusos deberán quedar debidamente finiquitados. Cuatro semanas en las que la Casa Real deberá asegurarse de que ningún detalle se escape al azar. Por ello, ya han comenzado a realizarse los primeros ensayos generales del gran acontecimiento, como el recorrido que los novios e invitados seguirán en Fredensborg, marco de las celebraciones de la boda.
La primera gran prueba de fuego tuvo lugar el pasado lunes. Sesenta jinetes con sus caballos recorrieron las calles aledañas al palacio de Fredensborg, tal y como se tratase del gran día, ante cientos de ciudadanos que se congregaron en las inmediaciones. De forma que los equinos pudieron hacerse una idea muy aproximada de lo que sucederá el próximo 14 de mayo. No obstante, hasta la víspera del enlace, que se efectuará el último, se sucederán otros muchos ensayos generales.
El carruaje del príncipe Federico y Mary Donaldson será el mismo que usó la reina Margarita en su boda, el Barouche, tirado por seis caballos. Se emplearán corceles blancos en Copenhague y marrones en Fredensborg. La carroza de Fredensborg será una Landauer abierta tirada por 4 caballos y conducirda por dos jineres delanteros. Además hay dos carruajes cerrados en reserva por si llueve.
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