La princesa Leonor cumple su sueño: los detalles no contados de su entrada en el colegio de Gales

Camino de cumplir veinte días de estancia en su internado, está muy contenta y ya bastante integrada

Princesa Leonor Gales
P.R.

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La princesa de Asturias estaba muy preparada mentalmente para su cambio de vida y, camino de cumplir veinte días de estancia en Atlantic College (Gales), se encuentra ya bastante integrada, además de muy contenta de haber elegido este internado.

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Fuentes cercanas a la Familia Real cuentan a ¡HOLA! que no fueron los Reyes los que optaron por este colegio, sino la propia Leonor: “Fue su hija la que tomó la decisión, aunque con el apoyo de don Felipe y doña Letizia, que también querían, como dijeron en su comunicado, que viva ‘una experiencia educativa estimulante y transformadora’”. “Sus padres siempre han estado detrás, pero respetando lo que quería la princesa de Asturias, una joven con los pies en la tierra. La princesa conoció el centro por Elisabeth de los Belgas —hasta ahora, tampoco se sabía que las dos futuras Reinas tuvieran relación—, le entró curiosidad, buscó información y se fue entusiasmando con la idea de poder entrar en la institución. Aunque tuvo que esperar a tener la edad para empezar a perseguir su sueño”.

No fueron los Reyes los que eligieron el colegio. Fue la propia princesa la que tomó la decisión de estudiar en Atlantic College (Gales).

La notificación

Entonces, se presentó a las pruebas de selección bajo un seudónimo y de manera anónima. En estas, más allá del expediente académico, lo que se valora de verdad es la madurez intelectual, el potencial, la motivación personal, los intereses e inquietudes, la curiosidad emprendedora, la capacidad de adaptación, el compromiso social. No solo son test, trabajos o entrevistas, también hay pruebas de adaptación psicológica que son parte del proceso… La princesa las superó todas y, semanas después, con la llegada de la primavera, recibió la notificación: podría cursar bachillerato internacional en Atlantic College, el decano de los Colegios del Mundo Unido (UWC, por sus siglas en inglés).

Princesa Leonor©GTres
Un primer plano de la princesa Leonor, quien cumplirá dieciséis años el próximo 31 y compatibilizará sus estudios con la actividad institucional en España, tal y como adelantó la Casa Real.

Con la mirada puesta ya en una nueva etapa, los Reyes lo hicieron público, y no tardaron en escucharse algunas voces críticas, pero, y apuntan las mismas fuentes: “Por mucho que se escriba, diga o se pueda pensar, ha sido por sus propios méritos. Todo ha sido transparente, honesto y digno. La princesa Leonor también tiene esa certeza. Podría haber ido al internado más elitista del mundo, pero ha elegido la austeridad y la diversidad. Es una forma de decir: ‘Quiero comprender el mundo, vivir las diferencias’. No hay ningún lujo. Lo único elitista en Atlantic College son los valores”.

Después de la cuarentena en su habitación, asiste a clases presenciales, pero no puede salir del campus

Campamento con su promoción

Finalmente, antes de sus vacaciones en Mallorca y preparándose para su desembarco en el internado, la heredera al trono pasó tres días en un campamento de Toledo con todos los alumnos españoles: veintiséis estudiantes de los veintisiete de su promoción; los de segundo de bachillerato y los que acaban de desembarcar con ella en Gales.

Princesa Leonor©Casa de S. M. El Rey/Francisco Gomez
Arriba, el fuerte abrazo de despedida de doña Letizia a su hija, mientras el Rey observaba la escena, en el aeropuerto de Madrid.

Los campamentos se organizan todos los años para que se conozcan entre ellos, pero también como orientación para adelantarles cómo será su vida y las dificultades con las que se van a encontrar: la convivencia, el mundo académico, la nostalgia que van a sentir en las primeras semanas lejos de casa… y la necesaria humildad. Son alumnos con notas espectaculares —todos son uno más— y el desafío es conseguir vivir, dormir, socializar y estudiar aprovechando todas las oportunidades.

Conoció el centro por la princesa Elisabeth, de los belgas, le entró curiosidad, buscó información y se fue entusiasmando con la idea de poder ser su alumna

No es un mundo maravilloso. Cada paso es un reto y no será fácil para la princesa. Los apellidos no importan, solo se tendrán en cuenta su esfuerzo y sus resultados, pero, en dos años, cumplido su sueño, volverá a casa con la maleta llena de experiencias inolvidables. Porque se trata justo de eso: de descubrir quién es abrazando el idealismo, la acción, el compromiso social y el espíritu de servicio para poder contribuir a construir un futuro más justo para todos. La misión de la institución es clara: “Hacer de la educación una fuerza para unir personas, naciones y culturas, por la paz y un futuro sostenible”.

Vidas muy diferentes

La princesa Leonor comenzó las clases el martes 31 de agosto de forma telemática. Tiene la pauta de vacunación completa, pero tuvo que pasar una cuarentena de diez días en su habitación junto a sus tres compañeras. De ellas, no sabremos nada, aunque, y a diferencia de lo que se ha publicado, es seguro que no comparte habitación con la princesa Alexia de los Países Bajos.

El criterio que más pesa a la hora de distribuir las habitaciones es que nunca sean de la misma nacionalidad y provengan de situaciones de vida muy diferentes.

Lo mismo sucedió con la princesa Elisabeth. No fue hasta su regreso al palacio de Laeken (Bruselas), con el título de bachillerato internacional bajo el brazo, cuando se descubrió que había compartido habitación con una refugiada de guerra.

Princesa Leonor©Casa de S. M. el Rey
La princesa, a su llegada a Gales, donde es la alumna Leonor de Borbón Ortiz y vive ‘camuflada’ tras los muros de un castillo entre trescientos alumnos de noventa nacionalidades.

El criterio del colegio también es firme en esto. Salvo filtraciones, se asegurarán de que la princesa viva una experiencia igual que cualquier otro estudiante, pero, de la misma manera, también cuidarán y protegerán la identidad de los alumnos que más cerca estén de ella en esta etapa.

No pueden salir

La palabra que rige el colegio es la diversidad. La hija de los Reyes de España forma parte de ello y no puede estar más ilusionada. Ahora, es la alumna Leonor de Borbón Ortiz, con una mochila a la espalda. Seguramente, la misma con la que salió de España sin mirar atrás mientras sus padres y su hermana le decían adiós. Entre los trescientos alumnos de noventa nacionalidades, nada la delata. Vive ‘camuflada’ en su nuevo mundo, tras los muros de un castillo medieval y dispuesta a devorar experiencias, ahora limitadas por la pandemia, ya que no pueden salir del campus para asegurar la burbuja estudiantil.

En verano estuvo tres días en un campamento de Toledo con la promoción de estudiantes españoles: veintiséis alumnos de los dos cursos de bachillerato

Aunque se confía en que, en este año académico, se puedan retomar las dos horas de servicio comunitario semanales (el obligatorio Servicio Social), de momento, las actividades de acompañamiento de ancianos, educación de niños, etc., sigue siendo online. La princesa Leonor ya tiene un nuevo hogar. De la Familia Real a otra familia (la global) para ponerse en la piel del otro y entender el mundo en el que viven los demás.

Vivir sin ella

A más de mil ochocientos kilómetros de distancia se queda y la espera la vida que ha conocido. Sus amigos, su familia; sus padres, los Reyes, que la echarán mucho de menos, y su querida hermana. La infanta Sofía tendrá que acostumbrarse a vivir sin ella. Aunque hablen a diario, no será lo mismo, después de compartirlo todo. La princesa explora mundo y la infanta, de alguna forma (y de momento), vuelve a la rutina.

Princesa Leonor©GTres
La infanta Sofía en su vuelta al cole (10 de septiembre). Las dos hermanas toman caminos distintos por primera vez.

El viernes iniciaba tercero de la ESO (el último curso de la educación secundaria) en el mismo colegio de siempre: Santa María de los Rosales. Vestida con el uniforme de colegio —la falda, corta, es una prueba más de su enorme estirón—, la vimos cargando con su mochila y, en la mano, su fiambrera de color rojo. Para la pequeña de los Reyes, este inicio de curso también es diferente.


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