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La Familia Real belga se ha dejado hechizar por la magia del circo para marcar una ocasión muy señalada: el 50º aniversario de la creación de la Fundación Cunas de Paola. Institución que ayuda desde hace medio siglo a niños que se encuentran en riesgo de exclusión social. Cada año miles de estos pequeños son invitados a disfrutar de una tarde de circo y, en esta ocasión, varios nietos de la reina Paola de Bélgica se han unido a la cita. La soberana, acompañada de su hija, la princesa Astrid, y de su nuera, la princesa Claire, llevó a Leticia María y a Nicolás, Aymeric y Luisa a ver el grandioso espectáculo en el circo Bouglione de Bruselas. Una experiencia fascinante y única, que esta vez se perdieron sus primos, la princesa Elisabeth, los príncipes Gabriel y Emmanuel, y la benjamina, la princesa Eleonor, hijos de los Herederos.
Payasos, domadores, acróbatas... hechizaron a los espectadores reales, tanto a mayores como a pequeños. Pero, sin duda, los grandes protagonistas fueron los chavales, que se lo pasaron en grande durante el espectáculo, que acompañaron con palomitas, y también durante las atracciones, especialmente montando en el tiovivo –una de las que más éxito tuvo-, que disfrutaron tomando algodón dulce. Pura magia.