El periodista Mario Danneels cuenta en el libro "El trauma del trono: la tristeza de la familia Real de Bélgica" que vive entre peleas detrás de los muros del Palacio real, pero ésta, más que dispuesta a llevarle la contraria, ha reaparecido en el Palacio Real tan "unida" como siempre para asistir al concierto "The European Festivals Association Concert" que se celebra anualmente en Bruselas. De hecho, aunque en las últimas citas públicas, siempre se hacía notar la ausencia de alguno de los miembros, en el día de ayer, lo dejaron todo para aparecer juntos de lo más felices. Independientemente de la postura oficial y de la verdad o mentira que pueda haber en el contenido del libro, los ciudadanos belgas han acabado con los ejemplares editados y se han interesado mucho más de lo imaginado por concocer los "posibles" trapos sucios de los miembros de su familia Real. Según Danneels, el príncipe Laurent -aparece retratado en sus páginas como un mentecato-, tiene manía a su tía la reina Fabiola a la que se refiere como "la bruja española". Por el contrario, su hermano Felipe bebe los vientos por la Reina viuda, quien le acogió junto a su marido, el rey Balduino, cuando el matrimonio de sus padres, Alberto y Paola estuvo a punto de saltar por los aires. Los príncipes Laurent y Felipe también han tenido problemas con su padre, Soberano de los belgas. Según el autor, Laurent no es bienvenido en los eventos oficiales y Felipe, un hombre "completamente apartado de la realidad", espera con todas sus fuerzas que el rey Alberto abdique para poder recuperar el espíritu ligeramente autoritario y teñido de contenido religioso del reinado de Balduino, fallecido en 1993. Alrededor de la Familia revolotea la reina Paola que ha tenido que luchar contra las intromisiones en su vida privada de la reina Fabiola, quien la considera demasiado frívola. El Rey, tampoco sale muy bien parado en este libro. De él se cuenta que buscó la felicidad fuera del hogar durante casi veinte años. Una relación que trajo como resultado el nacimiento de una hija extramatrimonial, Delfina. Respecto a este apartado - un oscuro periodo de su vida- Paola hizo referencia el pasado año diciendo que "Me sentía sola en Bélgica". La Reina, que al parecer, fue advertida de que si decidía separarse perdería a sus hijos no pudo participar en la educación de Felipe y Astrid, ya que Balduino, al no tener descendencia, los consideraba como suyos.
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