No es habitual ver a los soberanos de Europa juntos si no es en las consabidas citas reales de obligada reunión (bodas, bautizos, cumpleaños, y coronaciones) y a veces ni siquiera entonces. Pero hoy la gran familia de la realeza europea se ha reunido para conmemorar el 70º aniversario del Desembarco de Normandía, que recuerda la invasión por las fuerzas aliadas del noroeste de Francia, entonces ocupada por la Alemania nazi, el 6 de junio de 1944 en la Segunda Guerra Mundial.
Una gran representación de miembros de Casas Reales y al menos 20 líderes mundiales, incluyendo al Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y a su homólogo ruso Vladimir Putin, han desembarcado en las playas de Normandía para celebrar el asalto anfibio más famoso de la historia militar. Durante todo este año se han venido celebrando una serie de eventos en los que se ha rendido homenaje el valor y el sacrificio de todos aquellos que arriesgaron su vida en la lucha contra el nazismo en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. La mayoría de esos veteranos de guerra ya sobrepasan los noventa años de edad, por lo que las celebraciones tienen un tinte especialmente entrañable.
Un almuerzo en el Château de Bénouville hoy al mediodía y un posterior acto oficial a las 14:15 en Ouistreham han reunido a las principales testas coronadas del viejo continente. Muchos de ellos han adelantado su llegada para cumplir con una agenda más amplia, como Isabel II de Inglaterra, que llegó ayer a París acompañada de su marido, el Duque de Edimburgo, a bordo del tren Eurostar. La Reina fue recibida por el presidente francés François Hollande y por el embajador británico en Francia, Sir Peter Ricketts. La soberana británica depositó más tarde una corona de flores delante del monumento al soldado desconocido, debajo del Arco del Triunfo. El príncipe Carlos y su esposa, la Duquesa de Cornualles, también se encuentran en territorio galo. Ayer el Príncipe de Gales participó en un almuerzo con veteranos de la Segunda Guerra Mundial y visitó el histórico Puente Pegasus. El Primer Ministro británico, David Cameron, y su mujer, Samantha, que como nos tiene acostumbrados ha vuelto a mostrarse al mundo chic y aristocrática en un servicio religioso de conmemoración del Día D, también forman parte de la delegación británica en Normandía.
Ayer también se celebró una ceremonia franco-belga en Pont des Belges, en la localidad francesa de Deauville-Trouville, que estuvo presidida por Claire de Bélgica, hoy relevada por los nuevos Reyes de los belgas. Esta mañana sus homónimos los Reyes de Holanda y el Presidente del Gobierno holandés, Mark Rutte, han participado en una ceremonia de recuerdo franco-holandesa en Arromanches, en la que han estado presentes veteranos de la Brigada Princesa Irene y de la Marina de los Países Bajos. Duelo de estilo entre la reina Máxima, que hizo alarde una vez más de su personal elegancia con un primaveral conjunto con turbante y gafas de sol, y la Duquesa de Cambridge, muy guapa con un conjunto azul de manga larga y tocado a juego. Del mismo color ha llegado Matilde de Bélgica con su esposo, el rey Felipe de los belgas. El príncipe Jaime de Borbón y Parma también ha asistido, como padrino de los veteranos del Regimiento de Fusileros Princesa Irene.
Los grandes duques Enrique y María Teresa de Luxemburgo junto al gran duque Juan han representado al pequeño Ducado en la conmemoración en la playa de Sword, acompañados del primer ministro Xavier Bettel, el vicepresidente Etienne Schneider, el ministro de asuntos exteriores Jean Asselborn, el presidente de la cámara de diputados Mars di Bartomeo y el general Mario Daubenfeld del ejército luxemburgués.
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