Especial San Valentín: Un amor muy 'real'

De la devoción de Raniero de Mónaco a la incredulidad de Gad Elmaleh; de la certeza del Príncipe de Asturias a la emoción de Federico de Dinamarca; de la firmeza de Carlos de Inglaterra a la ilusión del Duque de Cambridge… Un recorrido por las declaraciones más románticas de la realeza que nacieron bajo el influjo de Cupido

by hola.com
Nadie se libra de caer rendido ante las flechas de Cupido. Tampoco la realeza. Aunque hubo un tiempo en el que los príncipes no podían permitirse seguir los dictados de su corazón. Aunque hubo un tiempo en el que los matrimonios eran concertados y movidos exclusivamente por alianzas de interés. Aunque hubo un tiempo en el que el amor real poco tenía que ver con el amor verdadero. Los herederos del siglo XXI no conocieron ese tiempo. Por encima de toda tradición monárquica, ellos defendieron la ley del corazón a la hora de elegir esposa. Prueba de la nueva era de los sentimientos son las demostraciones públicas de amor de la realeza. Laurent de Bélgica ha protagonizado uno de los últimos capítulos románticos con una declaración en toda regla a su mujer, la princesa Claire, por su 40º cumpleaños. Pero abundan en las Cortes Reales los arranques de romanticismo bajo el influjo del arquero del amor. ¿Cómo olvidar las lágrimas de Federico de Dinamarca y las palabras de príncipe enamorado en su boda? ¿Cómo olvidar tantos detalles de amores reales?

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RANIERO DE MÓNACO de la PRINCESA GRACE: "FUE UNA MUJER PERFECTA. UNO DE ESOS SERES ESPECIALES QUE CON SU SOLA PRESENCIA SUSCITABA LA ADMIRACIÓN Y EL RESPETO DE TODOS"
Hay veces que la realidad supera la ficción. Raniero y Grace de Mónaco protagonizaron un amor de película con guión del mismo destino. A Pierre Galante, editor de un famoso diario francés y marido de Olivia de Havilland, se le ocurrió la brillante idea de organizar una sesión fotográfica de Grace Kelly con el Príncipe Rainiero en palacio. Dos guapos solteros en un bonito escenario. El día de la sesión fotográfica los obreros de las compañías eléctricas francesas hicieron huelga. Gracia tuvo que acudir con el pelo mojado y el único vestido planchado que tenía en esos momentos... Llega a palacio, dan un paseo, él le enseña su zoo, se hacen las fotos, se despiden y al día siguiente, Grace le envía una nota de agradecimiento. Aparentemente no pasó nada y no puede decirse que fuera un encuentro romántico, pero prendió el amor. Raniero de Mónaco le pidió en matrimonio sin ceremonias, con el consabido: “¿Quieres casarte conmigo?” Y ella, también sin ceremonias, respondió únicamente: “Sí’. El martes, 5 de enero de 1956, se hizo oficial el compromiso, primero en Mónaco y luego en Filadelfia durante una comida que el señor Kelly organizó en el Country Club, prolegómenos de las nupcias reales. La pareja contrajo matrimonio el 19 de abril de 1956 en una solemne ceremonia celebrada en la catedral monegasca de San Nicolás y juntos se embarcaron en la aventura de hacer de Mónaco un reino soñado. Vivieron sus años más felices con la llegada de los hijos los príncipes Carolina, Alberto y Estefanía, pero no tuvo su historia un fueron felices para siempre. La Princesa sufrió un fatal accidente. La familia tuvo que tomar una de las decisiones más difíciles: desconectar a la princesa Grace del único hilo de vida. Tenía entonces 53 años, pero los médicos fueron contundentes a la hora de manifestar que nunca hubiera podido superar la hemorragia cerebral y las lesiones de médula. Por vez primera, en la historia del Gran Casino de Montecarlo, se cerraron las puertas. Mónaco no sería ya nunca lo que fue. Tampoco los Grimaldi.
Raniero de Mónaco rindió tributo personal a la que fue su esposa, Grace Kelly, en el 20º aniversario de su fallecimiento. El Soberano monegasco aprovechó tan triste fecha para escribir una carta que fue publicada en la revista de Historia “Anales monegascos” en la que se dirigía con tristeza y melancolía a la que fue su esposa durante 26 años: “Ella ha estado a mi lado como Princesa de Mónaco, atendiendo perfectamente, al mismo tiempo, sus deberes de esposa y madre. Veinte años después de su desaparición, la Princesa está todavía presente en nuestros corazones y en nuestra memoria...”

 
PAOLA DE BÉLGICA del REY ALBERTO: "AHORA SOMOS REALMENTE FELICES"
La historia de Alberto y Paola de Bélgica es la de toda una vida juntos y siempre mirando por el reino desde aquel 2 de julio de 1959, en que se casaron. Por eso, después de tres hijos (el príncipe Felipe, nacido el 15 de abril de 1960, la princesa Astrid, nacida el 5 de junio de 1962, y el príncipe Laurent, nacido el 19 de octubre de 1963), de 54 años de matrimonio y de 20 de reinado, el rey Alberto se dirigió en su discurso de abdicación a su esposa, la reina Paola, para agradecerle su ayuda durante estas décadas en el trono. "Paola, mi apoyo incondicional durante todos estos años, simplemente quiero decirte gracias y enviarte un beso enorme", afirmó el Rey, mientras su esposa no pudo reprimir las lágrimas de emoción. Y es que atrás quedaba un largo camino no siempre fácil. La reina Paola ofreció con motivo de su 65º cumpleaños una entrevista en la que habló con total sinceridad sobre su relación con el rey Alberto:"No existe una receta mágica para que un matrimonio triunfe. A la estabilidad se llega cuando hay un compromiso de los dos miembros de la pareja para seguir adelante. El Rey y yo hemos pasado momentos muy felices pero también muchas adversidades. Al final supimos superar las dificultades y hacer crecer entre nosotros un amor profundo que aún hoy permanece", afirmó la Soberana que concluyó que "ahora somos realmente felices".
 
FELIPE DE BELGICA de la REINA MATILDE: “CUANDO LA VI POR PRIMERA VEZ, PENSÉ: ‘ES ELLA’. FUE UN FLECHAZO EN EL MOMENTO ADECUADO”
Se le resistió, pero encontró el amor en Matilde d'Udekem d'Acoz, hija del conde Patrick d'Udekem d'Acoz, fallecido en 2008, y la condesa de origen polaco Anne Marie Komorowska, que tiene hoy la extraña distinción de ser la primera Reina belga, nacida en Bélgica. Se conocieron en una fiesta en el castillo de Beloeil en Henao. La Princesa, que no habría estado en la lista de invitados a esa fiesta -su familia no pertenecía al más alto rango de la aristocracia belga- si no hubiera sido por su activa participación en las procesiones de enfermos al santuario de Lourdes, atrajo con sus dones sociales al Príncipe y consiguió tener una cita con él, a la que siguieron muchas más. Matilde se enamoró del príncipe Felipe, quien se enamoró de la joven Matilde. Y así, con estos dos ingredientes básicos, y esta mirada recíproca de admiración y cariño, se les vio avanzar juntos hacia el altar de la catedral de San Miguel y Santa Gúdula, a las once y media de la mañana del día 4 de diciembre de 1999. La novia había estudiado Psicología en la Universidad de Leuven; se especializó en logopedia, y su voz no tembló ni un instante cuando dijo a Felipe de Bélgica: "Sí, quiero" ante el cardenal Danneels. Ella tenía veintiséis años (nació en Ukkel el 20 de enero de 1973) y él, treinta y nueve; catorce años no son nada para todos los proyectos que tenían en común… Hoy, realidades muchos de ellos. Sueños cumplidos como el de ampliar la familia el 24 de octubre de 2001 con el nacimiento de su primera hija, bautizada con los nombres de Elisabeth Thérèse Marie Hélène, futura Heredera a la Corona belga. Después de ella, vinieron más: el príncipe Gabriel, nacido el 20 de agosto de 2003; el príncipe Emmanuel, nacido el 4 de octubre de 2005, y la princesa Eléonore, nacida el 16 de abril de 2008. Sus grandes amores... junto al reino. También superan juntos los rumores y dejan más que patente su felicidad como pareja en cada mirada y en cada palabra. La reina Matilde ha proclamado su amor por su marido a los cuatro vientos. Se mostró muy enamorada en una entrevista que concedieron en 2010, cuando aún eran Príncipes, a la revista flamenca Story: "Todas las niñas fantasean con la idea de ser alguna vez princesas. Para mí esa fantasía se ha hecho realidad y puedo decir que soy muy feliz con mi marido y mis pequeños".
 
HAAKON DE NORUEGA de la PRINCESA METTE-MARIT: “ESTOY MUY ORGULLOSO DE SER EL COMPAÑERO DE SU VIDA”
Haakon de Noruega, heredero al trono de la Corona Noruega, es uno de los príncipes que reinará en la Europa del siglo XXI. También, el que pasará a la historia por haber roto todas las barreras y fronteras entre obligaciones dinásticas y deseos personales. Ningún príncipe heredero había sido capaz de salir en televisión explicando que estaba dispuesto a renunciar a la corona por amor. Ninguno se había atrevido tampoco a dejar un palacio para comprar un piso en el centro de la ciudad donde vivir con su novia y con el hijo de ésta, Marius. Y, por último, ninguno había ni siquiera imaginado que por amor podría llegar a casarse con una madre soltera. Con una mujer, sin sangre real. Pero Haakon lo hizo. Como un caballero medieval, sólo que sin escudo ni espada, salió en televisión a pecho descubierto y se dirigió a todos los noruegos para explicarles las razones de su corazón. Han pasado diez años, pero el amor sigue intacto. Aquellos que no vieron entonces con buenos ojos el compromiso del príncipe Haakon con aquella cenicienta del siglo XXI de pasado disoluto (diciembre de 2000) y su posterior boda (25 de agosto de 2001) no han tenido más remedio que rendirse a las evidencias: no sólo son un matrimonio feliz, sino también herederos al trono profesionales. El tiempo les ha dado la razón y la que ayer fuera una inconveniente aspirante a consorte con un país en contra es hoy una princesa en toda regla, adecuada y respetada por el mundo entero.
 
EL REY GUILLERMO ALEJANDRO de MÁXIMA DE HOLANDA: “ESPERO QUE SIGA SIENDO LA MISMA... ASÍ DE ESPONTÁNEA, SIMPÁTICA E INTERESANTE”
El soberano holandés no podría haber definido con mejores palabras a su esposa. Máxima Zorreguieta Cerruti (17 de mayo de 1971, Buenos Aires, Argentina) era una bellísima joven de melena rubia cuya sonrisa y simpatía cautivaron a Guillermo desde el primer momento en el que sus miradas se cruzaron, allá por 1999 durante una fiesta en Sevilla. Quedaron en llamarse y una semana más tarde, él viajó a Nueva York, ciudad de residencia de Máxima y que fue testigo de este amor ‘real’. Ella hizo posible lo imposible y es que el pasado político de su padre, que fue ministro de Agricultura durante el Gobierno del dictador argentino Jorge Videla, hizo que muchos se opusieran a su relación porque consideraban su unión como algo inaceptable. Sin embargo, la joven supo ganarse la simpatía de los holandeses cuando, desde el primer día de noviazgo oficial, se dirigió a ellos en perfecto holandés y siempre con una gran sonrisa en sus labios. El 2 de febrero de 2002, se dieron el ‘sí, quiero’ en una ceremonia que estuvo llena de emoción y momentos inolvidables. Ellos se adoraban y este paso tan importante lo dieron simplemente por eso, por amor. Sólo hay que ver imágenes como ésta para darse cuenta de que la complicidad y el compromiso que tuvieron primero como novios, después como príncipes y ahora como reyes, se ha mantenido siempre intacta. “Máxima es un mujer fantástica y con los pies en la tierra. No puedo pedir más”, aseguró Guillermo de Holanda en 2009 en una entrevista que concedió a la revista estadounidense Vanity Fair.
 
LAURENT DE BÉLGICA de la PRINCESA CLAIRE: “COMPARTIR CADA DÍA QUE PASA CON ELLA ES UNA DICHA”
Laurent de Bélgica, hermano del Rey, ha escrito a su esposa, la princesa Claire, una carta de amor por su 40º cumpleaños. Para marcar el señalado aniversario de su mujer, el príncipe Laurent envió en un alarde de romanticismo un comunicado oficial que bien se puede considerar una declaración en toda regla: "Con ocasión del 40º cumpleaños de la princesa Claire, Su Alteza el príncipe Laurent desea expresar de corazón lo feliz que es de haberla conocido, que la tiene en la más alta de las estimas, que la ama profundamente y que está infinitamente agradecido por los hijos que le ha dado, los cuales son la razón de su felicidad y de su orgullo. Compartir cada día que pasa con ella es una dicha", reza la nota del príncipe Laurent, que contrajo matrimonio con Claire Coombs -hija del presidente de la firma británica Nico, especializada en materiales plásticos y elásticos- el 12 de abril de 2003 y es padre de tres niños: la princesa Luisa, nacida el 6 de febrero de 2004, y los gemelos Nicolás y Americ, nacidos el 16 de diciembre de 2005. A la princesa Claire le debe los años más felices de su vida, tres preciosos hijos... y la restauración de la relación con su padre, ya que la Princesa medió en su momento entre el rey Alberto y el príncipe Laurent de los belgas. Ella nunca ha hecho declaraciones específicas al respecto ya que siempre se ha mostrado muy discreta en lo que respecta a su vida íntima. No obstante, siempre ha sido beligerante en la defensa de su esposo. Cuando su marido, en 2011, fue acusado en un documental emitido por el canal RTBF, de ser violento, además de las habituales menciones a su supuesta incompetencia, la princesa Claire en un acto público, la inauguración de un refugio para animales de personas sin techo, afirmó con rotundidad ante la prensa allí congregada: "Ya es suficiente. Mi marido es un buen hombre y un gran padre. Todas las insinuaciones son sencillamente falsas". 
FEDERICO DE DINAMARCA de la PRINCESA MARY: "DESDE HOY MARY ES MÍA Y YO SOY SUYO. LA AMO Y LA PROTEGERÉ CON TODO MI CORAZÓN"
Sus destinos se unieron en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. A pesar de los miles de kilómetros de distancia que había entre ambos, sin embargo, entre ellos surgió una llama que todavía sigue muy viva. Después de que el príncipe regresara a Dinamarca, la relación se mantuvo a través de llamadas telefónicas, cartas y correos electrónicos. Jugó un papel especial un poema, su favorito y obra de Elisabeth Barrett Browning, que Mary envió al hombre de su vida para expresarle sus sentimientos más íntimos. "Es tan hermoso, y trata sobre el amor. En la última línea pone que si Dios así lo quisiese, te amaría aún más en la próxima vida", reveló Mary en una entrevista, en la que admitió que se había tratado de una declaración de amor en toda regla. La pareja contrajo el 14 de mayo de en la catedral de Nuestra Señora de Copenhague, en una ceremonia muy emotiva a la que siguió un banquete nupcial por todo lo alto en el que el príncipe terminó de conquistar a su amada con sus románticas palabras: "Desde hoy Mary es mía y yo soy suyo. La amo y la protegeré con todo mi corazón". Ya han pasado 14 años desde que se conocieron, pero Federico y Mary siguen tan enamorados como el primer día. Así lo demuestran en cada una de sus apariciones al regalarnos imágenes de complicidad y cariño con las que sobran las palabras. Además, han conseguido cumplir su sueño de formar una adorable y numerosa familia con sus cuatro hijos: Christian, Isabella y los mellizos Vincent y Josephine.
 

EL PRÍNCIPE FELIPE de DOÑA LETIZIA: “SOY UN HOMBRE FELIZ. ME HE CASADO CON LA MUJER QUE AMO"
La suya fue una boda para la historia. Nieta e hija de periodistas, Letizia Ortiz Rocasolano nació en Oviedo el 15 de Septiembre de 1972. Entonces el destino ya parecía estar haciendo de las suyas, ya que poco a poco fue uniendo sus caminos para que años después encontrara el amor junto a su príncipe azul y se convirtiera en Princesa de Asturias. La pareja se conoció en octubre de 2002, en una cena organizada por Pedro Erquicia, presentador y director de Documentos TV. Dicen que fue un flechazo a primera vista y que el Príncipe quedó prendado de aquella periodista. Letizia jamás olvidará el 1 de noviembre de 2003, el día en el que su vida cambió radicalmente cuando Zarzuela hizo oficial su compromiso. No fue fácil, pero la futura esposa del príncipe Felipe tuvo que acostumbrarse a ser siempre el centro de todas las miradas. Hasta entonces había sido ella la que daba la noticia, pero ahora ella era la noticia. “Soy un hombre feliz. Me he casado con la mujer que amo”, fueron las emotivas palabras del príncipe en su discurso de boda el 22 de mayo de 2004 ante la atenta mirada de doña Letizia, que había renunciado a todo por amor. “Conjugar la razón con la fuerza del amor y del sentimiento ha sido siempre un objetivo en mi vida. Por eso, estamos celebrando hoy que Letizia y yo unamos nuestras vidas en una comunión de amor, responsabilidad, trabajo, respeto y entrega mutua”, añadió. Precisamente esos sentimientos incondicionales y recíprocos son los que han hecho de su relación más fuerte día a día. En unas semanas llenas de comentarios sobre su matrimonio y cuando están a punto de celebrar su décimo aniversario de boda, los Príncipes siguen mostrándose cariñosos y cómplices tanto en sus actos públicos como en sus escapadas familiares en las que se deshacen en gestos de amor con sus hijas, las infantas Leonor y Sofía.

 
CARLOS DE INGLATERRA de la DUQUESA DE CORNUALLES: "LA RELACIÓN CON CAMILLA ES INNEGOCIABLE"
Camilla conoció al tímido príncipe Carlos, que entonces tenía 25 años, en el Gran Parque de Windsor a principios de los años 70. La amistad se convirtió en romance y ella pasaba parte de su tiempo en los apartamentos del Príncipe en el Palacio de Buckingham. Creyendo que el príncipe Carlos nunca le pediría matrimonio, Camilla se casó con Andrew Parker Bowles, un oficial del ejército, poco después de que el Heredero del trono fuera enviado al extranjero en una misión naval. El nacimiento de sus hijos no impidió, sin embargo, que continuara la relación con el Príncipe, convirtiéndose en una constante en su vida, incluso después de su boda con Lady Di en 1981. Pero el amor todo lo puede y, superadas tres décadas de relación clandestina y un sinfín de sinsabores (batallas, divorcios, humillaciones...), la novia eterna de Carlos de Inglaterra vio cumplido su sueño al contraer matrimonio con su príncipe azul en abril de 2005. La Duquesa de Cornualles representaba el triunfo de la naturalidad, la calidez y la fuerza y escribió con su historia un cuento al revés: una reivindicación de la mujer mayor y una verdadera lección universal sobre otra forma de sentir y de experimentar el amor verdadero.
 
DANIEL DE SUECIA de la PRINCESA VICTORIA: “¡MÍRELA! ¿ACASO ES DIFÍCIL DE COMPRENDER? LA PRINCESA HEREDERA TIENE UN CORAZÓN GRANDÍSIMO. NUESTRA AMISTAD SE CONVIRTIÓ EN AMOR"
Siete largos años de pequeños avances acabaron finalmente en boda. La princesa Victoria se mostró en público por primera vez con el entrenador Daniel Westling en un concierto en el verano de 2003. Más de dos años después, se supo que los Reyes de Suecia accedieron a que la Heredera pasara las Navidades en el Palacio Real con su novio, a quien, no obstante, le costó ganarse la aceptación de Carlos Gustavo y Silvia de Suecia. La pareja siguió dando pasos hacia altar: como las muestras de su amor en público -se les vio besándose y abrazándose abiertamente, como dos enamorados más, delante de miles de personas en un concierto del cantante sueco Per Gessle, componente del grupo Roxette, en Idrottsplatsen en Borgholm, Öland-; como la primera aparición pública conjunta de la pareja en un acto de la realeza -la fiesta de cumpleaños del príncipe Federico de Dinamarca que se celebró el pasado mes de junio con motivo de su 40º aniversario-; como la mudanza oficial de Daniel a la residencia de la Heredera en Drottningholm, el área del Palacio Real, con permiso del propio rey Carlos XVI Gustavo... Mientras su relación con la Princesa se consolidaba poco a poco y era aceptada muy a duras penas, Daniel Westling realizó un cambio de imagen, más acorde con el que se espera de un Príncipe consorte de Suecia, y paralelamente cursos sobre protocolo y de inglés. Un largo recorrido hasta tocar a vuelo finalmente campanas de boda. La llegada de la pequeña Estelle vino a culminar su historia de amor ininterrumpido. 
GUILLERMO DE INGLATERRA de la DUQUESA DE CAMBRIDGE: “KATE ES MUY ESPECIAL PARA MÍ… CASARNOS ERA SÓLO UNA CUESTIÓN DE TIEMPO”
La suya es la historia del triunfo del verdadero amor. Un amor de juventud, que comenzó como una bonita amistad pero que poco a poco se fue convirtiendo en algo más. Se conocieron en 2001 cuando estudiaban en la Universidad de St Andrews, en Escocia, y aunque tuvieron que superar algunos obstáculos, como cualquier otra pareja, Guillermo y Kate se dieron cuenta de que no podían, ni querían, vivir el uno sin el otro. Así, el 29 de abril de 2011 el mundo entero fue testigo de una de esas bodas de ensueño que nunca se olvidan, en la que un príncipe elige a la princesa con la que quiere pasar el resto de sus días. “Lo habíamos hablado muchas veces y sólo teníamos que encontrar el momento adecuado”, confesaba un emocionado Guillermo cuando anunció su compromiso con su amada. Catherine Middleton, que nació el 9 de enero de 1982, provenía de una familia de clase media-alta. Hija de Carole, una azafata de British Airways, y Michael, primero programador aéreo y más tarde empresario, creció en Bucklebury, Berkshire, donde su familia, a base de esfuerzo y trabajo, logró sacar adelante a sus tres hijos (Kate, Philippa "Pippa" y James). Siempre ha estado muy unida a ellos, al igual que Guillermo, que tampoco concibe su vida sin el apoyo y el consejo de los suyos. Ahora les toca el turno a ellos, que sueñan con formar su propia familia. De momento, ya tienen al pequeño George, que desde que nació el 23 de julio de 2013, ha llenado su hogar de luz y alegría. Además, ahora el príncipe ha cambiado de trabajo, así que tendrá más tiempo para estar con su mujer y su hijo. Después de de más de siete años de servicio militar a tiempo completo, el pasado mes de septiembre Guillermo abandonó las Fuerzas Armadas británicas, una decisión que, en parte, habrá aliviado a su mujer. “No puedo fingir que no me sentía intranquila cuando Guillermo estaba volando en condiciones difíciles, pero a él le encantaba y yo me sentía muy orgullosa de él”, confiesa la Duquesa de Cambridge en el prólogo que ha escrito de un libro que desvela cómo es la vida de una mujer casada con un miembro de la Fuerza Armada Real (RAF). Ahora, el hijo de Carlos de Inglaterra y la recordada Diana está realizando un curso de gestión agrícola que la prestigiosa Universidad de Cambridge ha diseñado específicamente para él.
 
ALBERTO DE MÓNACO de la PRINCESA CHARLENE: ‘ME ENAMORÓ POR CÓMO COCINA. ¿ES UNA BROMA? NO, NO LO ES’
El soberano monegasco conoció a la nadadora sudafricana en el año 2001, pero no fue hasta cinco años después cuando se confirmó públicamente su noviazgo. Las Olimpiadas de Invierno en Turín de 2006 fue el marco elegido por Alberto de Mónaco para presentar a su novia dejándose fotografiar como dos espectadores enamorados. Desde entonces, el Príncipe no sólo no ocultó su amor, sino que además hizo un sitio a Charlene en numerosos actos oficiales y ella, con permiso de las princesas Carolina y Estefanía, ejerció de manera impecable su improvisado papel de Primera Dama. Tanto es así que sus conciudadanos siempre vieron con buenos ojos que la sirena de Mónaco ocupara el hueco que dejó un día la princesa Grace. Desfiló como toda una princesa junto a su príncipe en su puesta de largo ante la realeza: el enlace de los príncipes Victoria y Daniel. Un ensayo nupcial en secreto, porque después de la Boda Real de Suecia anunciaron su propio compromiso, que ponía el final feliz a una larga relación de cuatro años. Los príncipes Alberto y Charlene se dieron el sí, quiero en una íntima ceremonia civil a la que un día más tarde siguió una ceremonia religiosa de ensueño. Aún así, su enlace no estuvo exento de comentarios y el semanario francés L'Express publicó que la novia había intentado anular su boda. El Palacio de Mónaco emitió un comunicado para desmentir esta información y, ya convertidos en marido y mujer, el príncipe Alberto convocó a la prensa para manifestar su "indignación frente a los rumores" que consideraron "insoportables" y tiempo después volvió a negarlos la princesa Charlene. Un año y medio después, la pareja no sólo es la viva imagen de la felicidad, sino que además alardea de ello: "Somos muy felices. Parece que fue ayer cuando nos casamos”.
 
STÉPHANIE DE LANNOY de GUILLERMO DE LUXEMBURGO: “NO SÓLO CREO EN EL PRÍNCIPE AZUL, SINO QUE ADEMÁS LO HE ENCONTRADO. NO CREÍA QUE UN HOMBRE COMO EL PRÍNCIPE GUILLERMO PUDIERA EXISTIR”
Guillermo de Luxemburgo siguió los dictados de su corazón y de la tradición monárquica y se casó a la antigua usanza con la condesa belga Stéphanie de Lannoy, descendiente de una aristócrata familia de antiguo linaje, reforzando centenarias tradiciones monárquicas, algunas hoy olvidadas, y rindiendo tributo a la Historia, al unir otra vez el destino de Bélgica y Luxemburgo, como hicieran sus abuelos, los grandes duques Juan y Josefina Carlota. El flechazo entre el príncipe luxemburgués y la aristócrata pudo producirse en 2007 en un baile, aunque su relación se intensificó desde 2009, cuando el príncipe Guillermo fue visto con asiduidad en Anvaing. El príncipe Guillermo declaraba en 2011, poco antes de que se conociera el nombre de su novia, la actual princesa Stéphanie, en una entrevista haber encontrado "una mujer excepcional" que cumplía con todos los requisitos para ser "la esposa ideal". A pocos días de la Boda Real, Stephanie de Lannoy correspondió con otra romántica declaración de amor.
 

GAD ELMALEH de CARLOTA CASIRAGHI: "NACÍ EN MARRUECOS Y AHORA VIVO EN PARÍS JUNTO A JUNTO A UNA PRINCESA. PERO LA REALIDAD, EN ESTE CASO, ES MEJOR QUE CUALQUIER PELÍCULA"
La noticia de la relación entre Carlota Casiraghi y Gad Elmaleh estalló en la prensa mundial como bomba informativa. Se conocieron a finales de diciembre de 2011 en una cena con amigos comunes. Dicen que fue un flechazo: ella, una de las princesas más atractivas de Europa, y él, el cómico más querido de Francia, sencillamente no fueron inmunes a sus respectivos encantos, pese a la edad -los 15 años de diferencia- y demás contrastes. La primera señal de que aquella aventura tenía futuro no llegó hasta un año después, cuando la hija de Carolina de Mónaco oficializó su relación con el actor asistiendo juntos al tradicional Baile de la Rosa con toda la familia Grimaldi. Un acto en el que fuimos testigos privilegiados de su amor en cada gesto. Una aparición estelar en la que, según se sospecha, la pareja ya guardaba su secreto: hoy de nombre Raphaël. La discreción rige sus vidas, sólo compartidas por las declaraciones del actor (en entrevistas y en redes sociales) y sus contadas apariciones reales, pero siempre significativas, junto a los Grimaldi.