Las últimas celebraciones de los Premios Nobel han recuperado el brillo y el esplendor de siempre con la reincorporación de los Herederos, Haakon de Noruega y Victoria de Suecia, que faltaron a las ceremonias de entrega de los prestigiosos galardones y a sus posteriores celebraciones para despedir a Nelson Mandela con todos los honores en los funerales en Johannesburgo. Tanto el príncipe Haakon en el Concierto Premio Nobel de la Paz de Oslo como la princesa Victoria en la cena de gala en honor a los Premios Nobel en Estocolmo han puesto el broche de oro a unos actos que han cedido todo el protagonismo al que fuera presidente sudafricano.
Haakon de Noruega con Marius, el hijo mayor de la princesa Mette-Marit -todavía de baja médica y por esa razón gran ausente de los Nobel de esta edición-, se unió en el Oslo Spektrum al animado fin de fiesta del Premio Nobel de la Paz con presencia del galardonado. El concierto, que cuenta siempre con grandes figuras tanto noruegas como de otros países, tuvo en esta ocasión a las estrellas de Hollywood Claire Danes y Aaron Eckhart como maestros de ceremonias que presentaron las actuaciones de Mary J. Blige, Morrissey, Jake Bugg, James Blunt, Timbuktu, Omar Souleyman, Zara Larsson y Envy.
Victoria de Suecia resplandeció por ella y por la ausente Magdalena de Suecia, que anunció hace unos días que no viajaría a Suecia desde Estados Unidos, país en el que reside, para asistir a la entrega de los Nobel debido a su avanzado embarazo. La princesa Victoria, acompañada por su hermano, el príncipe Carlos Felipe, y su marido, el príncipe Daniel, realzó la velada presidida por los reyes Carlos Gustavo y Silvia con un talante encantador y un suntuoso vestido de gala de corte imperio muy del estilo de los de su hermana.
Ahora que la princesa Magdalena, Reina de la Elegancia sueca, ha puesto su campamento de operaciones en Estados Unidos junto a su marido, Chris O’Neill, la princesa Victoria ejerce la regencia y ocupa en su ausencia, desde meses antes de su Boda Real y especialmente a partir de sus nupcias, el trono del estilo. A su aparición en los Nobel nos remitimos
