La realeza desembarca en la sede Olímpica

El Comité Olímpico Internacional inaugura su 124ª asamblea con una gala muy 'british'

Por hola.com



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Los Juegos Olímpicos de Londres están a punto de empezar. A estas alturas, a tres días escasos de su inauguración, el espíritu olímpico está henchido y las maletas de dignatarios, deportistas y seguidores con destino a Londres, llenas de metálicas esperanzas de color oro, plata y bronce. Con este ambiente, la capital inglesa ha comenzado a recibir a sus primeros visitantes reales. Alberto de Mónaco, gran amante del deporte, y la princesa Charlene, antigua campeona olímpica de natación, han encabezado las llegadas principescas. Al soberano monegasco le han seguido el gran duque Enrique de Luxemburgo y el príncipe Federico de Dinamarca, que han asistido con la pareja, en calidad de miembros del Comité Olímpico Internacional, a la 124ª asamblea del COI, una gala de marcado carácter cultural.


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Los integrantes del movimiento olímpico saborearon la cultura británica en una recepción en la Royal Opera House, donde el Alcalde de Londres, Boris Jonson, les dio la bienvenida recitando un poema en inglés y griego antiguo. Los miembros del Comité, incluidos los royals, escucharon al mandatario declamar la oda creada especialmente para los Juegos Olímpicos de Londres por el académico de Oxford Dr. Armand D’angour. El poema al estilo del poeta lírico griego Píndaro contiene juegos de palabras con los nombres de los atletas. El alcalde, que estudió a los clásicos en la Universidad, se ganó con su rimbombante declamación vítores, aplausos y silbidos de una audiencia de excepción que incluía a la princesa Ana. Una ovación casi casi tan efusiva como la que recibieron Plácido Domingo y Bryn Terfel cantando fragmentos de la ópera Tosca y de El himno de la Alegría de Beethoven.


Antes, la Reina había presidido una recepción para los visitantes VIP en el palacio de Buckingham. Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional, presentó a Su Majestad su propio set de medallas de oro, plata y bronce. Isabel II respondió elogiando "la dedicación, el trabajo duro y el sacrificio personal" de los atletas. "Nuestros mejores deseos a todos ellos por unos Juegos reconfortantes y agradables". Que así sea.