Nunca es demasiado pronto para asumir responsabilidades, pero en el caso de los Herederos al trono resulta especialmente relevante que se tome conciencia del papel de servicio al reino y que se adquieran lo antes posible. Así se le ha inculcado siempre a Moulay el Hassan, que a su corta edad, apenas siete años, ya sabe un buen rato de actos oficiales. No era más que un bebé cuando asistió a su primer compromiso en el Salón del Trono del Palacio Real en brazos de su padre, el rey Mohamed VI, para recibir allá en 2003 a los miembros de la selección nacional de fútbol de Marruecos por su brillante actuación en la fases clasificatorias para la Copa de fútbol de las naciones africanas. Desde entonces, ha habido otros más: con ocasión del 50º aniversario de la independencia del país; con motivo del noveno y del décimo aniversario de la Coronación del soberano marroquí... Pero hoy sus deberes oficiales han pasado de grado al asistir el pasado jueves a su primera visita oficial sin sus padres con ocasión del Salón Internacional de la Edición y del Libro (SIEL), organizado del 12 al 21 de febrero en Casablanca (100 km al sur de Rabat) bajo el patrocinio de Mohamed VI.
El Príncipe Heredero, acompañado del ministro de Cultura, Bensalem Himmich; del Gobernador de Casablanca, Mohamed Halab, y del alcalde de la ciudad, Mohamed Sajid, efectuó una gira por los diferentes pabellones del salón, deteniéndose especialmente en el espacio dedicado a los niños, donde escuchó explicaciones sobre los talleres de dibujo, teatro y música. Visitó también el pabellón de la editora marroquí Al Maarifa, la sociedad francesa de edición SAT-diffusion, así como los pabellones de Yanboua Al Kitab, del ministerio de Cultura y del Consejo de la Comunidad marroquí en el extranjero. Un debut con banda sonora propia. Una orquesta de niños de los colegios de la región de Toulouse, dirigida por Ali Alaoui, interpretó el Himno Nacional y otras partituras de música andalusí.
