La princesa Máxima fue todo sonrisas en la inauguración de 'Mixx Inn'
La princesa Máxima no sólo no se despega la sonrisa del rostro, sino que en cada aparición pública le pega otra enorme a Holanda (y al resto del globo). También ayer estampó a su agenda oficial pegatinas de optimismo. Alegría de vivir adhesiva (pegadiza) durante la inauguración del centro Mixx Inn en La Haya. Había razón para la congratulación: la puesta en marcha de un nuevo complejo inmobiliario, que ofrece 115 viviendas temporales, un hotel y un centro de día para personas con discapacidades físicas o psíquicas.
La actitud de la Princesa combinó bien con la imagen, juvenil y colorista (ayer lució un vestido verde), expresión a su vez de su talante positivo. La Princesa de Orange compartió el contento por los avances, en una charla distendida en la cafetería, con los habitantes y trabajadores del centro, que le obsequiaron tres muñecas, hechas a mano por Margot Huisman, para sus tres hijas. Al terminar la visita, la Heredera se despidió como llegó: igual de sonriente. Se iba la alegría de Holanda.
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