La princesa Aiko muestra lo rápido que corre a su orgullosa mamá

La princesa Masako fotografió la llegada a meta de su pequeña, durante la tradicional fiesta deportiva que cada otoño se celebra en su escuela de Tokio

Por hola.com

El orgullo de los padres reinó en la escuela de primaria de Gakushuin de Tokio. Y, especialmente, en el caso de la princesa Masako, que no pudo esconder sus miradas y sonrisas de satisfacción al ver a su única hija, la princesa Aiko, trotando junto a sus compañeros de clase con motivo del encuentro deportivo anual que cada otoño se celebra en su colegio. Como cualquier otro niño de seis años, la pequeña estaba verdaderamente entusiasmada de poder mostrar sus buenas marcas de velocidad. Y consiguió lo que pretendía: fascinó a su progenitora con una llegada a meta ultrarrápida.

La Heredera al trono japonés observaba embelesada cómo su hija, que llevaba el uniforme de gimnasia de la escuela, largas trenzas y una diadema roja, participaba con entusiasmo en las actividades deportivas para primaria de Gakushuin. La princesa Aiko, contagiada por el ambiente festivo, no paró de reír y sonreír mientras corría que se las pelaba. Su madre no perdió detalle y estuvo pendiente, en todo momento, de capturar para el recuerdo el precioso momento de la infancia de su pequeña, retratando sus logros con una moderna cámara digital, desde su asiento en primera fila junto a las otras familias.

Mientras las fotos de la Heredera en su papel de madre junto a la pequeña Aiko se han hecho habituales, las de la futura Emperatriz asistiendo a un acto público se cuentan con cuentagotas. Si bien la mayoría de la población ha respaldado a la princesa Masako a lo largo de su depresión que la mantiene aún apartada de sus compromisos oficiales, esta especie de semi baja le ha reportado en los últimos tiempos numerosas críticas. La hasta ahora reverenciada Princesa por los medios de comunicación cuenta cada vez menos con los favores de los ciudadanos que no entienden que después de cuatro años de reclusión por enfermedad viva una existencia mundana en apariencia feliz sin haber sido capaz de retomar sus actividades como futura emperatriz.