Bautizo Real en Bulgaria

Los padrinos del pequeño Simeón Hasán han sido Irene de Grecia, la hermana de la reina Sofía de España, el rey Mohamed VI de Marruecos y el abuelo materno del niño

Por hola.com

Simeón Hassan, el hijo de Kalina de Bulgaria y el explorador Kitín Muñoz, ha sido bautizado hoy por el rito cristiano ortodoxo en Bórovets, una de las estaciones de esquí más famosas y concurridas del país por su extraordinaria belleza, situada a unos 60 kilómetros de Sofía. La ceremonia bautismal ha tenido lugar en el incomparable marco de la ermita del palacio de Tsarska Bistritsa, residencia donde viven la princesa Kalina y su marido, donde se prometieron amor eterno en 2002 y donde su primogénito sopló las velas de su primer cumpleaños, el pasado 14 de marzo.

Simeón Hasan, el undécimo nieto de Simeón de Bulgaria, lleva el nombre de su abuelo materno y el del desaparecido rey Hasan II de Marruecos, padre de Mohamed VI, con quien la princesa Kalina y Kitin Muñoz mantenían una profunda amistad. Sus padrinos de bautismo han sido Irene de Grecia, la hermana de la [reina Sofía] de España, el rey Mohamed VI, que al no poder asistir a la ceremonia ha sido representado por el Embajador de Marruecos en Bulgaria, y el rey Simeón.

Varios padrinos y una cruz para toda la vida
Precisamente en honor del soberano búlgaro, y por expreso deseo de su madre, el pequeño Simeoncho, como le llama cariñosamente la prensa búlgara, ha recibido las aguas bautismales bajo la fe ortodoxa. "Deseo que mi hijo crezca en el ambiente en que vivió mi padre antes de ser expulsado al exilio por los comunistas, cuando llegaron al poder el año 1946. Deseo que mi hijo herede todas las virtudes de su abuelo, el Rey de Bulgaria", ha dicho la princesa Kalina.

El bautizo es el primero de los siete sacramentos ortodoxos, que marca la entrada en la fe de Jesús. En la Iglesia Ortodoxa el bautismo se realiza ante la presencia del Espíritu Santo, que es invocado por el Sacerdote, mediante especiales oraciones venerables. El oficiante no dice "Yo te Bautizo", como sucede en el Catolicismo Romano, sino "El siervo de Dios es Bautizado". Durante la ceremonia, tal y como el Señor fue inmerso en las aguas del Jordán (Mateo 3:16), se realiza una triple inmersión del niño en nombre de la Santísima Trinidad, que simboliza el entierro del "Hombre Viejo" y la resurrección del "Hombre Nuevo". Parte usual del rito incluye que el padrino regale una cruz de oro o de plata al niño, que debe llevar durante toda su vida.