Ritmos brasileños dan la bienvenida a la primavera en el Baile de la Rosa de Mónaco

Por hola.com

El Baile de la Rosa, cita ineludible para la alta sociedad monegasca, se celebró por segundo año consecutivo marcado por la ausencia de dos de sus grandes protagonistas: el príncipe Raniero, por motivos de salud y [Estefanía de Mónaco]. Desde 1964 este baile, con fines benéficos, anuncia el inicio de la primavera. Como cada año, el Sporting Club de Montecarlo se recubre de rosas para acoger, por expreso deseo de Gracia de Mónaco, a todos los asistentes en una cita en la que destaca la elegancia y sofisticación.

Alrededor de las ocho y media de la tarde [Carolina de Mónaco], muy elegante gracias a un vestido blanco con incrustaciones de pedrería y lazos azules a los hombros, llegó acompañada de su hermano Alberto y de su marido Ernesto de Hannover, dando así comienzo a una nueva edición de una de las más esperadas y glamourosas fiestas de Mónaco, que contó con la presencia de más de 750 figuras de la jet set que han pagado la cifra de 700 euros para poder asistir a una cena espectáculo.

En esta ocasión la sala se transformó en una cabaret tropical donde se disfrutó de la música popular brasileña. El actual ministro de cultura de Brasil, Gilberto Gil, que acudió al evento, no dudó en subir al escenario para cantar en compañía de su famoso compatriota Jorge Ben, autor de canciones tan conocidas en todo el mundo como País Tropical o Más que Nada.

Aunque este año el Baile de la Rosa fue menos espectacular debido a que contó con menos famosos de los habitual, destacaron invitados como los diseñadores [Karl Lagerfeld] y [Valentino], además de los siempre fieles Omar Sharif y Gina Lollobrigida.

Tanto los Príncipes de Hannover, como [Alberto de Mónaco] disfrutaron de la música, en una divertida velada donde se les pudo ver bailar hasta altas horas de la madrugada. Stéphane Bern fue el responsable de llevar a cabo la tradicional subasta benéfica cuya recaudación será gestionada por la Fundación Princesa Grace, para destinarlo a obras a favor de los niños más desfavorecidos del Principado.