Los príncipes de Holanda y de los Belgas se apuntan a la moda de la bici

Por hola.com

Serán soberanos de un continente sin apenas fronteras, con la misma moneda, la misma política. Serán europeístas y ejercerán, desde sus tronos, como Jefes de Estado de un nuevo milenio, a sabiendas de que el legado de la Monarquía no es ningún regalo. Trabajarán duramente y pondrán al servicio de sus conciudadanos la esmeradísima educación y formación que todos han recibido -sin excepción, son universitarios, políglotas, tenaces, competitivos- y, a cambio, sólo pedirán que se les permita gozar y disfrutar de las ventajas de una sociedad más tolerante y menos rígida. Que se les autorice a ser, a nivel personal, algo más que los herederos de una tradición cimentada en siglos de protocolo y ceremonia.

Predican con el ejemplo
A ellos, como a la mayoría de los seres humanos, les preocupa el poder económico de sus naciones, la contaminación de la Tierra, la pobreza y las enfermedades del Tercer Mundo y no cierran los ojos y crean fundaciones y sociedades para ayudar a los indigentes, a los desheredados. Por eso, predican siempre con el ejemplo. A la hora de imponer el corazón; a la hora de justificar un sueldo en el día a día trabajando como cualquier otro ciudadano y, por supuesto, apuntándose los primeros a la lista de aquellos ecologistas que defienden la naturaleza, y la supervivencia del Planeta. Son los príncipes herederos de la corona de Bélgica y Holanda, los que vemos en estas fotografías. Los reyes del siglo XXI , pero antes que nada ejemplares ciudadanos que se suman a la iniciativa de la celebración del "Día Europeo sin coche" o que, como los Príncipes de Holanda, salen a pasear con sus bicicletas recorriendo los mismos lugares que otros miles de conciudadanos.

Felipe de Bélgica, de 42 años, y su esposa Matilde, de 29, pedalean por el centro de la capital, Bruselas, desde el castillo de Laeken, donde residen junto a su hija Elisabeth, hasta el Palacio Real; Guillermo de Holanda y su esposa Máxima, se unen a otros ciudadanos para conocer a fondo un romántico rincón de su reino... Y quizá, también, para promocionar este medio de transporte tan original, tan sano y tan ecológico.