Pensamos que poco podría sorprendernos tras ser testigos del opulente diseño de la novia, pero ella misma ha demostrado que nos equivocábamos. Para la fiesta posterior a la ceremonia religiosa, sacó la artillería pesada en la forma de tres vestidazos plagados de lentejuelas y encaje

Poniendo en evidencia nuevamente que la timidez no se encuentra en su registro, Sophie Karoly recurrió a un segundo vestido de novia con encaje floral con lentejuelas bordadas y mangas largas repletas de pedrería. La amplia falda de capas asimétricas resultó ser desmontable, revelando un tercer diseño totalmente diferentes, ceñido y con detalle de abertura. 

Como tercera y última alternativa, la mujer de Francisco de Borbón recortó el largo de su vestido gracias a un sensual diseño mini con transparencias y capas de flecos con lentejuelas distribuidas a modo de lluvia estelar que complementó con salones slingback bañados en glitter.