Si se realizara una encuesta acerca de las madrinas de boda que permanecen en la memoria colectiva posiblemente aparecerían nombres como Naty Abascal, Carole Middleton, Isabel Preysler y también otras anónimas que han llenado de estilo las redes sociales. A la otra protagonista del gran día se la deja, en ocasiones, en la sombra y, aunque no es un momento para que destaque de forma excesiva, su look merece la misma atención que el de otros muchos invitados de importancia. Ante todo, el vestido es la pieza clave, pero el estilismo no está completo sin las joyas apropiadas: pulseras, broches, pendientes, collares, pasadores o colgantes pueden transformar la elección en una más espectacular si cabe. Para resolver las dudas en torno a estos accesorios, conviene prestar atención a los consejos de los expertos, que hablan de encontrar el equilibrio entre todos los elementos.
¿Qué es aquello que nunca debe olvidar la madrina?
Dar con la clave para ser elegante sin caer en estridencias. Ese es el concepto que propone Gemma Corral Cordonié, historiadora y gemóloga, experta en joyas antiguas de Ansorena. “Es muy importante una vez decidido el atuendo, elegir la joya adecuada, pues no debe ser demasiado llamativa, de tal manera que no le quite protagonismo a la novia”, introduce.
No obstante, esta idea no indica que exista una única forma de escoger y vestir los accesorios más sofisticados de la madrina, pues el abanico es amplio: “En bodas tradicionales, las madrinas suelen optar por piezas antiguas, desde los años 20 hasta los 50. En caso de llevar mantilla, muchas madrinas optan por los broches Art Decó, pero es más común el uso de los broches doble-clip, uno a cada lado”.
Como sucede con otros complementos, con el peinado y con el maquillaje, cada vestido hay que acompañarlo de unos elementos diferentes. “El color y el tipo de tejido es fundamental, pues en el caso de los broches, por el peso del metal, en muchas ocasiones se cosen para el día en cuestión, con el fin de no tener problemas con la tela”, apunta.
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Todo lo que se debe tener en cuenta
“Hay que tener en cuenta todos los detalles del gran día, como si la madrina lleva tocado, el pelo recogido, un vestido con escote...y si se trata de una boda día o de tarde para elegir las joyas perfectas para la ocasión”. Lo explica Judith Rius, responsable de marca y comunicación en Beaprincess. Coincide así con el equipo de Ansorena y, además, da unas indicaciones tan prácticas como efectivas. “Por ejemplo, si lleva el pelo recogido, recomendaríamos lucir unos pendientes largos como el modelo Beatrice o incluso unos con piedra de color como el zafiro”.
Y continúa: “En el caso que la madrina lleve escote, se podría centrar la atención en el cuello con un colgante con diamantes”. Las pulseras también son bienvenidas y Judith apuesta por las de estilo Riviere, porque “siempre son un clásico muy demandado que pueden acompañar en este día y combinan con cualquier estilo”. El secreto está en encontrar el punto intermedio, la raíz en la que encajen todas las piezas. “No hay que olvidar que pueden existir algunas joyas que posean un carácter emocional para la madrina, que pueden introducirse en el look, pero que hay que saber combinar con el resto de elementos elegidos, jugando con los diferentes tamaños para crear una armonía visual”, aclara.
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Los broches, símbolo de personalidad
Defiende Gemma Corral que los broches son piezas muy solicitadas por las madrinas del momento. “Las madrinas suelen llevar broches y pendientes, las joyas más demandadas son las Art Decó y las Chevalier”. Dentro de todas las épocas y formatos, los realizados en platino y oro blanco con diamantes, explica, son los que más gustan. “En pocas ocasiones se solicitan broches con piedras de color como rubíes, esmeraldas y zafiros”. Y ello tiene una explicación: “Cuando el atuendo de la madrina tiene el color como protagonista, lo ideal es que el broche lleve sólo diamantes, para que la joya destaque y para que haya una armonía en el look”. Una palabra, armonía, muy repetida entre los expertos.
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Lo vintage y el clasicismo: la tendencia
Para un día tan señalado, lo que más solicitan las madres son piezas que sean una apuesta segura. "En general, lo que buscan más son piezas clásicas y atemporales, como unos pendientes con aro y diamantes, o incluso pendientes con perlas. El estilo vintage también está teniendo su momento de auge en general dentro del sector nupcial”, explican desde Beaprincess.
Las que prefieren huir de lo tradicional también tienen un espacio en esta joyería. “También hay un tipo de clienta que busca una joya con más personalidad y fuerza y opta por piezas combinadas con diferentes tipos de diamantes, como los pendientes Diamond Leaf, con diamantes color champán, o anillos que captan toda la atención”. Diamantes negros o piedras preciosas, como el rubí y la esmeralda, para bodas de noche, también convencen a las madrinas más exigentes, destaca Judith Rius.
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Los pendientes, los otros personajes principales
Lleve mantilla o no, en pocas ocasiones la madrina renuncia a unos buenos pendientes. “No suelen escoger largos y sí más con diseños de roleos o vegetal, sobre todo, de los años 20, 30, 40, 50 y 60”. Lo expone Gemma Corral y explica que se debe a que son numerosas las mujeres que lucen joyería heredada. “Es muy común optar por piedra de color, aunque el diamante nunca debe faltar, siendo el rey de las gemas”. Los de inspiración años 50 y 60 triunfan entre sus clientas, puesto que en esos años “en el caso de los pendientes, se optaba por piezas grandes y llamativas, diseños de flores, motivos gallonados, roleos…engastados en diamantes, rubíes, zafiros o esmeraldas”. Piezas versátiles que encajan con cualquier estilismo.
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Nuevo y antiguo van de la mano
A todas aquellas madrinas que estén buscando las joyas perfectas para el gran día, desde Beaprincess, recomiendan: “Sobre todo que sea fiel a su estilo y que tenga claro la manera de combinar sus joyas actuales con las que va a adquirir. Nos gusta recomendar que se centren en una pieza principal que será el foco de atención y luego vayan adaptando la selección del resto de joyas”.
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Jugar con el color está permitido, pero siempre en consonancia con el look
Si la madrina prefiere decir no a un total look, porque le convencen las mezclas de color, las posibilidades son infinitas, pero requieren buenas decisiones. Innovar siempre está permitido, pero lo más apropiado es centrarse en una misma paleta cromática o encontrar tonos complementarios. “Lo ideal es que evites todo tipo de colores que llamen la atención en exceso. Por ello, te recomendamos que elijas entre joyas de plata o de oro con detalles de colores naturales que faciliten la combinación con el resto de complementos que forman tu look”. Palabras de la web de Monge Joyeros, donde explican qué fórmulas son más efectivas para dar con la joyería que mejor acompañe cada estilismo. El siguiente paso es encontrar el bolso adecuado y prepararse para el gran día.
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