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El día de la boda la novia quiere verse más guapa y favorecida que nunca. No solo se trata de elegir un diseño que quede perfecto con su figura; el resto de accesorios que lleve influirán, y mucho, en el resultado final. Y el maquillaje claro. Aunque cada vez más chicas se atreven con los labios rojos, muchas lo que buscan es una piel luminosa, fresca y bronceada. Pero para lograr esto último no siempre es necesario abusar de los productos que ayudan a subir el tono. A veces basta con elegir los pendientes adecuados para que el rostro parezca más moreno en cuestión de segundos.

Dorados

Uno de los beneficios del color dorado es que, en contacto con el rostro, es capaz de hacer que la piel parezca ligeramente más bronceada. Eso se debe a que refleja la luz que recibe sobre la cara. Al conseguir que el rostro se vea más luminoso, el efecto piel morena se potencia en cuestión de segundos. Una peculiaridad que se intensifica si los pendientes elegidos son largos o de un tamaño considerable ya que la luz tiene una mayor superficie en la que reflejarse. 

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Pendientes combinados, de color dorado, con flores y hojas. Son el modelo Campanitas de Panambi Collection (80 euros).

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Pendientes tipo aro abierto, elaborados en oro amarillo de 18 quilates, de Rabat (1.580 euros).

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Aros abiertos y combinados, con cierre de presión y acabado metalizado, de Paco Rabanne (228 euros).

5/12 © Rocky Barnes

Con detalles blancos

El maquillador Goyo Acevedo, uno de los más buscados por las novias españolas, nos explicaba que "un vestido blanco puro y nuevo sube el tono, por la luz que da al rostro". Un motivo que lo lleva a moderar el uso del bronceador en las novias. Si además del vestido algunos complementos como los pendientes o el tocado que lleve la novia –sobre todo si se coloca cerca de la frente– son de este tono, el efecto se potenciará.

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Pendientes largos, con acabado metalizado, decorados con cristales translúcidos, de Kenneth Jay Lane (256 euros).

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Pendientes con perlas artificiales, detalles de cristales Swarovski, bañados en oro, de Anton Heunis (122 euros).

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Los pendientes Treasures of the Sea, están inspirados en las flores mágicas del Amazonas y elaborados con bronce dorado, conchas marinas y perlas, de Mercedes Salazar (111 euros).

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Dorado y tonos pastel

Igual que con el blanco la luz se refleja y, en contraste con la piel, el bronceado parece mayor, con los tonos pastel sucede algo parecido. Ya sean rosados, azules o verdes, funcionan. ¿El motivo? Al tratarse de tonalidades tan claras y cercanas al blanco, comparten algunos atributos con este tono, y se magnifican en contacto con el dorado. En realidad, podríamos decir que, los que más potencian el bronceado, en muchos casos son blancos con ligeros matices de color. 

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Pendientes con forma de medallón, elaborados en latón, y decorados con una turquesa en la parte superior, de Rixo (134 euros).

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Pendientes engastados en oro amarillo, con pequeñas perlas en la parte inferior y una opalita como piedra central. De Bo & Luca (192,68 euros).

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Pendientes decorados con una flor rosa y detalles de cristales, de Marni (230 euros).

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