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Repostería cada vez más avanzada, con apuestas muy personales, y alguna que otra variante heredada del mercado de la pastelería nupcial venido de Estados Unidos o Australia. Así lo describe Rosalind Miller, de Rosalind Miller Cakes, que antepone entre las principales tendencias reposteras para los meses que vienen una potente vuelta del pastel de varios pisos, de grandes dimensiones, por encima de la clásica tarta de dos o tres capas.

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La tendencias de las reproducciones de encaje aplicadas a la tarta de bodas se volvió especialmente popular después de la boda entre los Duques de Cambridge, haca ya dos años.

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Sendas tartas de boda con lazos a imagen y semejanza de los del traje de novia, de Rosalind Miller para Rosalind Miller Cakes, completados con reproducciones de perlas, encaje fracés y broches de cristal.

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Las flores de azúcar en cascada siguen siendo otro de los grandes must entre las novias, a menudo diseñadas a juego con el bouquet o la decoración de las mesas, tal como indica Rosalind Miller, de Rosalind Miller Cakes.

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Una singular tarta de boda en brillantes tonos amarillos en degradé, obra de Rosalind Miller para Rosalind Miller Cakes, con siluetas de palomas, y que se ideó para unificar en una sola pieza las raíces de la pareja que se daba el 'sí quiero', de origen británico y canadiense.

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Otra gran favorita entre las nuevas novias es la tarta de bodas de líneas simples, con grandes motivos florales a modo de remate. Las grandes favoritas: las rosas, peonías y hortensias.

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Una manera de replicar el encaje del vestido de la novia es sacando un molde, que permita reproducir cada pequeño detalle a la perfección. Así lo explica Michelle Walker, de Scrum Diddly, que incorpora a sus creaciones otros magníficos ejemplos de pasamanería comestible, como las lentejuelas, tanto en color marfil como en oro. Una tendencia que también defiende Ceri Olofson, de Olofson Design, que apunta hacia el polvo y las láminas de oro comestible como una de las tendencias en repostería más destacadas para el próximo año. Por su parte, las tartas de boda pintadas a mano aportan un tipo de textura muy diferente, y poco convencional.

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Helen Mansey, de Bellissimo Cakes, defiende las tartas de boda inspiradas en el vestido de la novia, con reproducciones de encaje, texturas que imitan los tejidos del traje y delicadas flores de azúcar imitando los detalles bordados a mano sobre la tela. Sus favoritos: los pasteles que combinan este tipo de ornamentos con cortes geométricos, de planta cuadrada, las superficies pulidas, el shabby-chic y las flores XL.