María, la novia misteriosa que se casó con un elegante vestido de alfombra roja

Llevó un diseño de Teresa Helbig que te recordará al que la actriz Macarena Gómez lució en la gala de los Goya de 2019

por Regina Navarro
vestido de novia Teresa Helbig

"Dicen que una novia Helbig nunca pasa desapercibida". Esta frase es, en realidad, una declaración de intenciones. La pronuncia –como muchos ya lo han hecho antes– María, una novia que eligió a Teresa Helbig para que creara el vestido de su gran día. Y, aunque solo tenía claros algunos detalles, no dudó en elegir a la diseñadora catalana. "Dedicándome a esto –es organizadora y decoradora de eventos en la empresa White Rabbit en Cadaqués– he visto muchísimos vestidos de novia y la verdad es que no hay nadie como Teresa. Además tuve la oportunidad de trabajar con algunos de sus vestidos en un editorial de moda novia, hace un par de años y esos tejidos, esos patrones, esa vuelta de tuerca no deja indiferente a nadie". Pero quizá, una de las cosas que más llama la atención del vestido de María es que recuerda a aquel diseño que la actriz Macarena Gómez lució en la gala de los Goya de 2019.

VER: Foto a foto, la boda de María y Giacomo en Barcelona

María nos explica que había algunos aspectos de su vestido que tenía muy claros. Al ser una boda de invierno sabía que quería llevar manga larga, también que buscaba un diseño con un escote pronunciado. "Todo lo demás fui probando opciones hasta que encontré exactamente el tejido y la forma que quería. Empecé el proceso con el vestido que llevó Macarena Gómez en la gala de los Goya y me enamoré al instante. A partir de ahí Teresa y su equipo (Manuela, Leire, Teresa madre…) empezaron a crear el vestido hasta que fue perfecto para mí, ¡incluido el escotazo Helbig! La verdad que el proceso fue facilísimo, muy divertido. En dos pruebas lo teníamos listo". 

VER GALERÍA

Una de las grandes sorpresas para la novia fue decantarse por el fajín de terciopelo negro que daba un toque muy actual al vestido. Un elemento que formaba parte del look de Macarena y que logró cautivar a María. "Mi vestido pedía a gritos ese terciopelo negro que hacía de marco a mi silueta en el fajín y esas espigas como alas en la espalda que hicieron que el vestido fuera impresionante". Una forma de unirse a una de las tendencias más sorprendentes de los últimos años en el mundo de las novias –la de incluir detalles de color negro, un tono que contrasta especialmente con el blanco– y que llena de elegancia los diseños.

VER GALERÍA

Una novia con efecto wow

Para completar el look y protegerse de las bajas temperaturas María lució una maravillosa capa anudada con una gran lazada en la zona delantera. El detalle definitivo para un efecto wow. ¿Cómo se logra ese efecto? Ella lo tiene claro. "Creo que es importante dejarte asesorar, acompañarte de gente que te conozca y te quiera para que te sientas segura con la elección. También que vayas con tiempo suficiente para no sentirte presionada. Pero lo principal es que te sientas guapísima con él y que vayas cómoda. Una hora aguanta incómodo cualquiera, pero ese día y tantas horas no. El vestido tiene que poder seguir tu ritmo y no al revés. Tiene que poder abrazar, bailar, saltar y disfrutar contigo. Tiene que complementarte y sumarte no disfrazarte".

VER GALERÍA

Otra de las elecciones más importantes de la novia al planear su look es el maquillaje y el peinado. Los expertos insisten en que la naturalidad es fundamental. María tenía muy claro lo que quería, hasta que llegó el día de la prueba. "Estaba convencida de que quería un recogido sencillo, bajo. Incluso hice las pruebas de maquillaje y peluquería con mi amiga Virginia Marqués y al terminar la prueba no quería que el novio me viera al volver a casa, así que Virginia me soltó el moño y en ese momento, al ver esas ondas nos dimos cuenta que era exactamente así como iría en la boda. ¡A veces no se pueden hacer planes!", asegura.

VER GALERÍA

¿Y el ramo? "Normalmente soy yo la que hace los ramos a las novias, así que encontrar a alguien en quien confiar ese día fue lo más difícil de la boda. Por suerte encontré a Violeta Gladstone y todo funcionó a la perfección. Seleccionamos una paleta de colores para todo el evento y una serie de flores que fueran el emblema de la boda y que fluyeran desde mi ramo, hasta las mesas o la ceremonia. Jugamos con flor fresca en tonos pastel y flor seca que es súper tendencia, pero fuimos más allá: un año antes me dediqué a recolectar unas umbelíferas enormes y unos dientes de león gigantes que sequé y fui pegando uno a uno. El resultado fue un conjunto floral irrepetible".

VER GALERÍA

Una boda de invierno en Barcelona

Hace ya unos años que María vive en Cadaqués, pero nació en Ávila, aunque asegura que si alguien le pregunta siempre dirá que su corazón y ella son de Almería. Giacomo nació en Italia, pero su familia es mitad argentina, mitad española. Se conocieron en Almería, a principios de 2012 y siete años después decidieron dar un paso más en su relación. "Siempre he dejado que el amor esté muy presente en mi vida. No soy de las que tienen miedo al compromiso, así que sí, casarme, con todo lo que implica era una de esas cosas que siempre quise hacer", explica María.

VER GALERÍA

Se casaron en La Centenaria 1779, una finca ubicada muy cerca de Barcelona. "El casarnos en Cataluña fue una decisión práctica, porque es dónde vivimos, y sentimental, porque yo quería contar en mi boda con los compañeros con los que trabajo en las bodas que organizo". Aquel día todo salió como esperaban, y no solo porque ella, con experiencia como wedding planner fuera la encargada de coordinar casi todo, sino porque contaron con la ayuda de su compañera Sonia, que estuvo pendiente de todos los detalles del gran día. "Ha sido la primera boda en los últimos 8 años en la que no he tenido ningún tipo de estrés", bromea María.

VER GALERÍA

Pero lo más especial de aquel día fue que además de celebrar el amor, celebraban la vida. "Un mes y medio antes de la boda atracaron a Giacomo en Argentina y por poco no lo cuenta. En todas las bodas hay mucha emoción y sentimientos, pero en este caso no solo era una boda, era una celebración de la vida y de la inmensa suerte que tuvimos. Así que todo fue un disfrute, a pesar de las muletas y los dolores. Ver reunida a la gente que mas quieres en el mundo es una sensación incomparable, todos al alcance de tu mano, todos contentos por ti y deseándote toda la felicidad del mundo. Es una experiencia única".