El optimismo de las parejas que se han visto obligadas a aplazar su boda

Hablamos con 12 parejas que han pospuesto su enlace y quieren compartir su experiencia para ayudar a otros que están en la misma situación

por Regina Navarro
vestido de novia

En España los novios suelen dedicar de media un año a organizar su boda. Un tiempo en el que no solo reservan el espacio en el que tendrá lugar la celebración, también piensan y ultiman todos esos detalles que harán de su gran día un momento único, especial. Sin embargo, son muchas las parejas que, en las últimas semanas, se han visto obligadas a aplazar la fecha de su enlace. Los acontecimientos actuales han hecho que todos aquellos previstos para los meses de abril, mayo, junio, y buena parte de las de julio, empiecen a trasladarse. Ante esta situación Inés y Tania, las wedding planners de Marketing for Lemons, trataban de poner un poco de optimismo: "atrasar una boda es una faena, pero ¿qué tal si lo planteamos como alargar el tiempo de soñar? El tiempo de estar comprometidos. El día pasa rapidísimo y disfrutar de los previos es algo en lo que siempre insistimos a nuestras parejas. La vida nos acaba de obligar a disfrutar del tiempo, del tiempo libre, del de preparativos, del estar juntos en casa y hablar tranquilamente de lo que queremos y lo que no, es tiempo de soñar. Porque cuando todo esto pase valoraremos más el estar juntos, los abrazos y los besos, ¿y hay una forma más bonita de hacerlo que celebrando una boda?". Una actitud positiva que también desprenden la docena de parejas con las que ha hablado HOLA.com para elaborar este artículo.

La incertidumbre de los primeros momentos

Cuando les propusimos participar en un reportaje en el que hablaran de su experiencia y de la incertidumbre que han vivido en las últimas semanas, no han dudado. Querían compartir su historia con otras parejas con la intención de infundirles ánimo y apoyo. Y también explicarles que las cosas han sido más sencillas de lo que muchos de ellos habían imaginado en los primeros momentos. Ese es el caso de María García y Edu Sánchez. "Llevamos juntos desde octubre del 2014 y el 20 de junio teníamos previsto nuestro enlace. Hasta hace un par de semanas todo seguía en pie y continuábamos con los preparativos. Nuestra luna de miel fue lo único que se canceló –íbamos a ir a Noruega e Islas Griegas y nuestra agencia nos aplazo todo sin perder el dinero invertido–, pero teníamos claro que si se podía celebrar la boda ya nos iríamos de viaje cuando se pudiera. Decidimos aplazarla al ver que se acercaba el momento y nos faltaban cosas imprescindibles, como mi vestido. Mi modista me llamó para informarme que, al haber cesado la actividad, no lo tenían confeccionado al completo y no sabía cuándo podría empezar de nuevo. Pero el principal motivo fue el miedo a las restricciones que pueda haber: no concebíamos el no poder besar y abrazar a nuestros invitados". Pero sí, ya tienen nueva fecha para su enlace, el 19 de junio de 2021.

Miriam y su prometido, Carlos, se casaban el 20 de junio de este año y, tal como nos explica, habían reservado la fecha con dos años de antelación. "Cuando todo esto estalló creo que, como la mayoría de españoles, pensábamos que para junio ya se habrían normalizado las cosas y la boda conllevaría doble celebración: tanto el evento en sí, como la alegría de haber dejado todas estas semanas atrás". Pero nos explica que cuando el Gobierno prorrogó el Estado de Alarma hasta el 26 de abril –y se rumoreó que se extendería hasta mayo– decidieron aplazarla. Finalmente se casarán el próximo año, el 24 de abril. Miriam asegura que lo más complicado del proceso ha sido "la incertidumbre y el desconocimiento. El no saber si con haberla aplazado unos meses, pero en el mismo año, hubiera sido suficiente; cómo iban a ser las fases de la desescalada... Lo peor ha sido la falta de información, es muy difícil tomar decisiones a ciegas". Pero, apunta, los proveedores han hecho que todo sea sencillo al proponer todas las fechas que tenían disponibles con mucha rapidez para que pudieran desplazar su enlace a un nuevo día.

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María Ayuste que tenía previsto dar una paso más en su historia de amor con Alberto el 25 de abril, pero nos explica que, finalmente, lo harán el 22 de agosto. Y si en esa fecha todavía no fuera posible reunir a sus familiares y amigos relata, con optimismo, que encontrarán un día perfecto en 2021. Para ellos lo más complicado ha sido hacerse a la idea de aplazar su gran día porque "esta situación no tenía cabida en nuestra imaginación, que al final ese día inicial tan esperado, soñado y mencionado durante todo un año no va a ser como tú te imaginabas. Pero me gustaría compartir con todas las parejas lo bonito que esto puede llegar a ser si lo miramos desde otro punto de vista. El nuestro es que ese gran día llegará, y cuando esto suceda, estamos seguros de que se celebrará con una mayor ilusión haciéndolo todavía más bonito y disfrutándolo el doble".

Muy optimistas se muestran también Encarni y Alberto. La pareja nos explica que se casaban el 24 de julio, aunque finalmente lo harán el 23 del mismo mes pero de 2021. Aseguran que no han encontrado ningún tipo de complicación y que tampoco se han sentido agobiados durante el proceso "Lo más importante era el lugar de la celebración, el Parador Nacional de Albacete, donde nos dieron todo tipo de facilidades ante la situación actual y la incertidumbre del momento. Los demás profesionales relacionados con nuestro evento no han puesto impedimento alguno, más bien nos han facilitado todo al máximo". ¿Su consejo para otras parejas que estén atravesando una situación similar? "Que se relajen, la situación que nos ha tocado vivir es la que hay y si piensan que puede haber ciertos problemas con la boda que siempre han deseado, pues lo mejor es aplazarla, para así disfrutar al máximo del día que siempre habían soñado con sus seres queridos".

Encontrar una nueva fecha

Pilar Quesada y Raúl Martínez tenían su boda prevista para el 4 de julio pero, finalmente, se darán el 'sí, quiero' el primero de mayo del próximo año. En marzo empezaron a valorar la posibilidad de aplazarla y, finalmente, lo hicieron. "Creíamos que era la mejor opción ya que nos iban a poner límites de aforo y la gente tendría miedo. La verdad que los proveedores nos han dado muchas facilidades para cambiar de fecha, ya que es una situación excepcional. Nosotros le dijimos el mes que queríamos y ellos nos comentaron las fechas que tenían libres y llegamos a un acuerdo con todos bastante rápido. También mantienen las tarifas que teníamos desde que lo contratamos". Para ellos los más complicado de gestionar han sido sus sentimientos. "Aún más estando a distancia, él en Fuengirola y yo en Jaén; haber tomado esta decisión en la distancia y controlar los sentimientos para que no lo pase mal la otra persona. No poder desahogarte con tu pareja en un momento tan importante. Ha sido muy importante el apoyo de nuestras familias y amigos, que lo han entendido perfectamente y estarán en la nueva fecha que hemos señalado, con más ganas e ilusión". Como les ha sucedido a esta pareja, la mayoría de los proveedores están manteniendo las tarifas y aplazar la boda no está suponiendo, por normal general, un gasto adicional para los novios. Algo que nos confirman Ana Pérez y José Enrique Baca.

Ellos se casaban el próximo 22 de agosto en Granada, pero las dudas de las últimas semanas han hecho que hayan preferido dejarla para el 26 de junio del próximo año. "El proceso ha sido muy sencillo, realmente nos lo han puesto muy fácil, en primer lugar contacté con el espacio de la celebración, que pensaba que sería lo más difícil para reservar una nueva fecha. La encargada nos ofreció cuatro sábados de la temporada que quedaban libres, seguidamente expuse esos sábados al catering y a la iglesia y la fecha en la que coincidían estos tres espacios fue la que adaptamos para casarnos". También hablaron con el resto de proveedores: fotógrafo, DJ, floristería, peluquería… y no tuvieron problema. "Todos nos han respetado el dinero que teníamos entregado para el próximo año, esta decisión no ha tenido costes extra".

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Muy sencillo ha sido también este proceso para parejas que como María y Manu –se casaban el primer fin de semana de mayo y lo harán este otoño– contaban con la ayuda de una wedding planner. "Realmente ha sido más fácil de lo que puede parecer. Es una situación nueva para todos y nosotros hemos visto mucha flexibilidad por parte de todos los proveedores para hablar, encontrar disponibilidad y posponer. Tenemos la suerte de contar con nuestra wedding planner, Lara Cos, que nos ha hecho muy fácil lo difícil. Ahora más que nunca, se ve claramente lo importante que es tener a alguien que te ayude en este proceso y gestione todo". Y es lo que más duro para ellos no ha sido volver a coordinar todo, sino "la aceptación de la situación. Aceptar que no vamos a poder casarnos, al menos, no cuando pensábamos".

Andrea Martínez, además de novia, es wedding planner y Co-Fundadora de la empresa de organización de bodas Fit for Weddings. Ella y Héctor, su pareja, se casaban el próximo 30 de mayo y, aunque han barajado el mes de agosto como segunda opción, creen que no se va a poder celebrar un evento como el que ellos tenían en mente. "Para mí, como wedding planner, ha sido relativamente fácil. Pues contactar con todos los proveedores para reorganizar cambios de fechas y reubicar bodas ha sido nuestro pan de cada día en Fit for Weddings durante este último mes. Hemos tenido que ayudar a todas nuestras parejas a buscar opciones alternativas, proponer nuevas fechas y cuadrarlo todo con cada proveedor. Creo que para las parejas que contaban con la ayuda de una wedding planner habrá sido muchísimo más llevadero todo el proceso y habrán tenido menos quebraderos de cabeza, además, contar con la ayuda de un profesional de las bodas te hace tener mucha tranquilidad y es un gran apoyo psicológico", apunta.

Fecha en el aire, pero seguros de que será un gran día

Hay parejas, como Nerea y Miguel que todavía no tienen una nueva fecha para su enlace. Ellos se casaban el 2 de mayo en Ferrol pero todavía no saben cuándo podrán darse el 'sí, quiero' porque "hay bastante incertidumbre con la vuelta a la normalidad. Nos pusimos en contacto con el pazo en el que celebramos la boda para buscar una fecha alternativa pero nos comentaron que hasta volver a la normalidad y saber cómo proceder no nos podían asegurar nada. Nosotros lo entendemos perfectamente así que decidimos esperar. Imaginamos que tendremos que aplazar la boda un año pero no es nada seguro". Aun así aseguran que no se sienten agobiados ni preocupados. Los proveedores han sido muy comprensivos y saben que cuando tengas una nueva fecha su boda será incluso más especial de lo que habían soñado.

Y también situaciones muy especiales, como la de la bloguera Aneth Style. Es peruana, pero vive en Madrid. Ella y su prometido Guillermo tenían previsto dividir su enlace en dos partes: una primera, por lo civil, que tendría lugar en España, y la segunda –la más importante para ellos–, una ceremonia religiosa, en Perú. "La ceremonia civil la haremos en cuanto nos lo permitan aquí en Madrid, con una recepción para los que ya no podrán viajar. Al no saber cuando seremos libres para volar y cruzar el charco tenemos dos fechas opcionales: el 20 de marzo y el 18 de septiembre. No voy a negar que fue un shock. No quería aceptar lo de cambiar la fecha, lloré y me enfade con todo, se que sin razón por que nadie esperaba que esta situación llegara. Veo las invitaciones hechas a mano con la fecha original y me da penita… Mi novio es súper organizado y ha sido él quien ha hablado por videollamada con todos los proveedores para la nueva fecha".

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Los invitados, el punto más difícil

Según datos de statista, en España las bodas suelen tener, de media, 130 invitados. Un número que varía dependiendo de la comunidad autónoma, las circunstancias familiares y personales o el presupuesto que manejen las parejas. Andrea S. y Luis V. tenían prevista su boda para el 12 de junio y, aunque en un primero momento decidieron posponerla hasta el 31 de julio, finalmente parece que el enlace tendrá lugar a finales de septiembre. "Llevábamos muchos meses con muchas ganas de que llegara nuestra boda, porque hemos pasado unos años muy malos. Luis tuvo un accidente de moto muy grave el verano pasado; yo tuve otro accidente de moto con él meses antes. Sin embargo, siempre nos reímos pensado en cuando en la ceremonia llegue la frase de "prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad". Eso nosotros ya lo hemos pasado hace tiempo". Nos cuentan que para ellos aplazar la boda ha sido bastante sencillo, pero creen que el número de invitados no será el mismo. "Teníamos en mente una boda más o menos grande, que lamentablemente se verá reducida por la situación. Son los tiempos que nos ha tocado vivir. Sí sabemos que a nuestro lado estará quien pueda. Gracias a Dios, ahora contamos con WhatsApp para avisar de la nueva fecha. Haremos un Save the Date con la nueva fecha y punto".

¿Y qué pasa con la luna de miel?

Ceci Wallace es maquilladora de Bobbi Brown y está especializada en el mundo nupcial. Ella y Borja empezaron con los preparativos de su boda en 2018 –se casaban el 4 de julio de este año– y ya tienen una nueva fecha: el 4 de septiembre de 2021, que además coincidirá con su sexto aniversario. Y, aunque tuvieron muchas dudas sobre si aplazar o no el enlace, la luna de miel fue uno de los principales motivos para decidirse. "Nos íbamos a la Costa Oeste de EEUU y, sinceramente, dudo que nos dejen entrar en EEUU de aquí a julio, que era cuando nos íbamos. Es el viaje de nuestros sueños y queremos hacerlo sí o sí, así que esperamos poder hacerlo el año que viene sin problema. De momento no nos devuelven el dinero de los billetes porque todavía quedan un par de meses, pero sabemos que están dando bonos y haciendo cambios sin problema. Del resto, hemos podido cancelar todo lo que ya teníamos reservado", nos explica.

Con el aplazamiento de la luna de miel tampoco han tenido problemas María y Alberto: "en principio, hemos pospuesto la luna de miel para después de la boda, así nos lo ha gestionado la agencia de viajes, aun así, en todo momento nos han advertido que en caso de que en esa nueva fecha no se nos permita viajar se podrá posponer para otra fecha o incluso cancelar si fuera necesario"; ni Pilar Quesada y Raúl Martínez: "las compañías de vuelos y los hoteles nos han dado un año para modificar todo. Entienden la situación. Íbamos a Japón y Maldivas". Un verdadero alivio para todas aquellas parejas que aún tienen muchas incertidumbres con respecto a su viaje.