La revolución de la ropa interior también ha llegado al mundo de las novias. Los bralettes, los bodies, los culottes y los corsés se cuelan en las tendencias bridal de la última temporada para hacerse tan protagonistas como el propio vestido. Y lo decimos de forma literal. La lencería nupcial rompe sus propias barreras y se funde en los vestidos de novia, dejando a la vista unas prendas que antes quedaban relegadas a la más estricta intimidad. Dicen que existe un vestido de novia para cada tipo de mujer y, a continuación, te mostramos los diseños aptos para quienes quieran lucir lencería sin complejos en el día de su boda.
El efecto naked sigue siendo una de las apuestas más firmes para los diseñadores cuyo ideal es sacar partido al lado más sensual de las novias. Inbal Dror pone especial hincapié en este tipo de diseños, cubriendo el cuerpo de forma estratégica con diminutos detalles joya. Una de las fórmulas más recurrentes hoy en día consiste en insinuar a través de faldas de tul culottes de estilo retro. Este tipo de prendas lenceras, que cubren todo el abdomen hasta la cintura, reaparecieron por la puerta grande hace un par de temporadas gracias a firmas como Dior. Las celebrities de todo el mundo se apuntaron a la moda de la falda vaporosa y semitransparente y la lencería a la vista, tendencia que ahora se extrapola al terreno nupcial con un resultado tan romántico como sofisticado. Solo es cuestión de atreverse.
Los diseños de Maria Grazia Chiuri fueron un éxito rotundo, tanto sobre la pasarela como en street-style. Aparte del efecto culotte, también hizo del bustier su nueva seña de identidad. Ahora, estos corpiños lenceros se integran en los vestidos de novia sin miedo a resultar demasiado sensuales, ya que se contrarrestan con detalles románticos como bordados de encaje, tejidos de plumeti o grandes lazadas de tul sobre los hombros a modo de tirantes. Si Karlie Kloss, Chiara Ferragni o Alex Rivière ya eran algunas de las asiduas a este tipo de corsés del siglo XXI para asistir a muchos de sus eventos y alfombras rojas, ahora también lo serán para las novias que planean pasar por el altar a lo largo de 2019. Si necesitas ideas sobre sus infinitas posibilidades, tan solo tienes que echar un vistazo a la nueva colección de Berta. Para la próxima primavera, ha hecho de los corpiños y el escote corazón el eje central de sus propuestas.
Según aseguran los expertos de firmas de lencería como Promise o Hunkemöler, si quieres llevar un vestido de corte princesa, con cuerpo ceñido y falda con volumen, es aconsejable elegir un corpiño o un bustier. Son prendas rígidas que incorporan efecto moldeado, potenciarán tus curvas se fundirán sin problema con esta peculiar silueta de contrastes entre la parte de arriba y la parte de abajo. Sin embargo, lo que antes se utilizaba a modo de lencería, ahora se muestra en todo su esplendor. Lucir un bustier tiene la ventaja de su efecto liberador, ya que el vestido por sí solo hace las veces de ropa interior. Firmas como Savannah Miller lo incorporan en su forma más romántica y menos obvia, insinuando sin llegar a mostrar, gracias a una sutil capa de tejido drapeado que se incorpora estratégicamente sobre el escote, dejando entrever parte del corpiño.
Entre sus infinitas fórmulas también está la del 'efecto sorpresa' que propone BHLDN, cubierto por delante y mostrando la clásica estructura reforzada del bustier por detrás. Como decimos, este tipo de prendas tienen efecto estilizador y se suele potenciar, precisamente, con faldas con mucho volumen en vestidos de corte princesa. Hace algunos años, la ropa de estilo pijamero y los vestidos tipo slip-dress, saltaron de la intimidad del hogar a la calle con buenísima acogida por parte del gran público, llegando a instaurarse con una prenda más del vestiro femenino a día de hoy. ¿Ocurrirá lo mismo con este tipo de lencería vista adaptadas a las novias?
