La alianza de Meghan Markle inicia la última tendencia nupcial

El anillo con el que se desposó la duquesa de Sussex está diseñado en oro galés, un metal precioso muy singular

Por Mara Mariño

El 'efecto Meghan' continúa imparable: todo aquello que la Duquesa de Sussex utiliza se convierte en fenómeno de ventas. Sin embargo, las tendencias que van surgiendo siguiendo la estela de la antigua actriz de Suits, no se limitan solo al ámbito de la moda, también al sector nupcial. En este sentido, el protocolo de la Familia Real Británica ha sido determinante. Como suele ser tradición, en la ceremonia, se utilizan alianzas de oro para simbolizar la unión entre ambos cónyuges debido a la durabilidad del metal. Pero en la Casa Real se atiende a una distinción que la diferencia del resto de matrimonios, y es que el anillo que lleva Meghan Markle es algo particular. Desde hace 95 años gracias a la Reina Madre, las alianzas para ciertas mujeres de la familia se realizan en oro galés, el más extraño dentro del metal precioso debido a su escasez. Antes de la Duquesa de Sussex, la reina Isabel II, la Princesa Diana o la Duquesa de Cambridge también pasaron por la casi centenaria tradición.

Desde que Meghan Markle y el príncipe Harry pasaron por el altar, el metal de las alianzas ha causado mucho interés siendo uno de los elementos preciosos buscados a la hora de confeccionar las joyas para el enlace. Esto ha provocado que Clogau, la marca especializada en crear joyas desde el norte de Gales, haya ganado popularidad según informan varios medios británicos. La boda real, sin duda, ha empujado el negocio. “Cuando el público es consciente de la conexión Real, aumenta el interés por el insólito oro galés” declaró el portavoz de la marca a la revista People. “Pasó lo mismo cuando William y Kate Middleton contrajeron matrimonio”.

A diferencia de las alianzas de la Familia Real, los anillos que se encuentran a la venta con este material, no están realizados enteramente del metal, ya que su extracción es muy limitada llegando incluso a costar 30 veces más que el oro normal. Aunque las joyas puras se reservan a la realeza, quienes quieran imitar a la monarquía británica, pueden hacerse con una alianza en cuya composición haya un porcentaje del extraño elemento oriundo de Gales, que únicamente se ha encontrado en dos minas del país. El sello del dragón en el interior de la alianza es un elemento de autenticidad que prueba que nos encontramos ante una joya con auténtico oro galés.