Los pendientes de Ekaterina en la fiesta posterior a su boda: un guiño a su país natal

La joyería Suárez firma las espectaculares joyas de la ya princesa de Hannover

Por hola.com

Tras la gran boda religiosa de Ekaterina Malysheva y Ernest August de Hannover que se celebró este sábado a las 12:00 horas en la iglesia del Mercado de Hannover, los novios se trasladron al espectacular castillo de Marienburg, propiedad de la Casa Hannover para agasajar a sus seres queridos. Por la noche, y en ese mismo enclave, los novios ofrecieron una fiesta privada. Ha sido en esta celebración posterior a su enlace donde la ya princesa de Hannover ha lucido unos pendientes muy especiales. 

 

Ekaterina ha llevado unas preciosas joyas diseñadas a medida por la joyería Suárez "unos pendientes únicos inspirados en la colección Ice Flowers", asegura Gabriel Suárez, director de Producto de la firma. La piezas, llamadas Sur Mesure están realizadas en oro blanco con 192 diamantes en talla brillante, con la silueta de tres copos de nieve, el particular guiño de la novia hacia Rusia, su país natal. 

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Los copos van acompañados por una cascada descendente de dos estrellas  con un quilataje total de 1,24. Todos los motivos de los pendientes llevan zafiros rosas de Madagascar como piedra central, seleccionados personalmente en el lugar de origen por la familia Suárez durante sus últimos viajes. Durante la ceremonia religiosa, la recién casada, decidió ponerse joyas familiares. Junto a la novia su futura cuñada -Alessandra de Osma, que se casará en marzo de 2018 en Perú, su país de origen con el príncipe Christian de Hannover, hermano del novio- también lució joyas de Suárez. En la ceremonia religiosa celebrada por la mañana Sassa llevó unos pendientes de la colección Utopia con topacios talla pera y peridoto talla brillante de la firma española. 

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En la ceremonia religiosa que se celebró por la mañana, Ekaterina lució la tiara floral de los Hannover, una joya del siglo XIX perteneciente a la familia de su ya marido, Ernst August de Hannover. La pieza tiene motivos florales como la madreselva, bortes, hojas y ramas entrelazadas que evocan el valor de la lealtad. La madreselva, una planta perenne, simbolizaría el amor eterno.