El ambiente en el backstage justo antes del desfile de Naeem Khan en Barcelona Bridal Fashion Week, ya se notaba diferente: minutos antes de salir a pasarela, cuando las modelos aún pululan recibiendo los últimos retoques de brillo en la piel y con todas las joyas (gargantillas de cristales y pendientes candelabro) aún por poner, el silencio, o casi absoluto silencio, del backstage diferenciaba a este desfile de todos lo anteriores, mucho más bulliciosos y llenos de prisas y carreras. Quizá porque este diseñador indio americano fue quien se encargó de vestir a la Duquesa de Cambridge en la reciente foto homenaje a Diana de Gales frente al Taj Mahal. O porque su nombre se convirtió en el tercero más buscado en Estado Unidos el día depués de que Michelle Obama eligiese uno de sus diseños para su primera oficial cena en la Casa Blanca: Naeem Khan, la estrella invitada de la bridal week de Barcelona, no pasó muchas horas dentro del recinto, pero su presencia se hizo notar.

Los vestidos, que de momento han sido los únicos que se han presentado sobre un fondo completamente blanco e inalterado, sin tan siquiera el nombre de la firma de fondo, recuperan lo que ha hecho a este modisto, hoy afincado en Nueva York, un maestro de la aguja contemporánea, y un gran favorito de las celebs: nacido y criado en Mumbai, Khan aprendió desde la cuna los secretos del mundo textil gracias a su padre y su abuelo, costureros en un taller familiar especializado en crear prendas para las familias reales de la India. Una filosofía de diseño que se llevó en la maleta al trasladarse a Nueva York, fusionando esta tradición con el aprendizaje del drapeado y las siluetas limpias occidentales.

La 'estética Khan' que vimos ayer en Barcelona destaca por el uso del color, empezando por los bordados en lila del primer diseño ball gown de la colección, pero también en las flores de chiffon y encaje en blush, lavanda y soft pink con destellos irisados, las transparencias y los leggings con pétalos bordados a mano.

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Aires a Oscar de la Renta en un vestido ball-gown de satén, un tipo de diseño con falda algo más amplia que el princesa, con escote strapless de hombros caídos y bordados artesanales de flores en color azul.

Algunos de lo detalles de la colección 2017 de Naem Khan exploran las líneas entre el ready-to-wear del diseñador, que hemos visto muchas veces sobre la alfombra roja, y el vestido de novia, especialmente en los diseños más ceñidos con detalles geométricos que abrazan las diferentes partes de la anatomía femenina, creando un 'mapa' de tejido sobre la piel. Otras líneas exploran las diferencias entre Oriente y Occidente, los dos mundos entre los que se mueve la aguja del diseñador, enfrentando suntuosos caftanes de novia capas y túnicas al diseño princesa con bolsillos y escote corazón.

La novia con cuello cerrado ha estado muy presente en esta edición de la Barcelona Bridal Fashion Week, comiéndole algo de terreno al popular escote de hombros al aire.

Vestidos destacados: los diseños para la novia de vanguardia, como el mono de una pieza con escote en 'uve' apuntado y con velo catedral. El minidress para la afterparty postboda, con flecos metalizados que dejan las piernas el descubierto (y de paso los taconazos peep-toe con tiras cruzadas de Christian Louboutin, que dieron algún problema a más de una modelo), con cuello joya incorporado. Y los looks con falda midi de tul capeado a dos alturas, con cuerpo de flores bordadas o tipo joya, transparencias y apliques estilo años 20.

Lo últimos toques de color, además de los lavandas y azulones, llegaron a Barcelona en forma de apliques en dorado, para un fin de fiesta por todo lo alto. Este vestido de gazar sigue la misma fórmula de la doble capa, combinando la falda abierta en 'A' con un volante peplum, una pareja que no suele verse muy a menudo, ya que este tipo de volantes acoplados a la cadera suelen acompañar a las falda ajustadas o tipo lápiz.

Novia golden de la cabeza a los pies, con vestido de manga larga, bordados geométricos y cuello cerrado.