Los tocados que vamos a llevar esta primavera

¿Artesanal o de 'pre-à-porter'? Los tocados de la temporada evolucionan hacia alas más anchas y diademas con muchos adornos

Por hola.com

Nunca has llevado un tocado, aunque te gustaría. Sobre todo si es de grandes dimensiones, como una pamela o un sombrero con plumas. Si tienes alguna boda esta primavera y estás pensando llevar por primera vez un tocado, hay muchas maneras de dar con el mejor, que encaje con las facciones de la cara, la personalidad de la mujer que lo lleva y estilo del vestido elegido; en el camino queda la decisión de escoger un diseño 'de estantería', de los que siguen la fórmula del pret-à-porter y podemos adquirir en el momento, o una creación de taller, elaborada a medida a lo largo de un período que puede llevar de dos a cuatro semanas.

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La gran mayoría de talleres de confección de tocados y sombrererías disponen de las dos versiones: tocados 'instantáneos' y tocados que se hacen siguiendo un patrón, una idea. "El 98% de los tocados salen del taller", explica Anita Ribbon, que se especializa en la confección artesanal de tocados en su taller de Bilbao, "aunque siempre se dispone de pequeños artículos ya hechos, como diademas o un adorno pequeño para el pelo, que se pueden comprar en el momento o que se utilizan para servir de inspiración". La mayoría de las veces estos modelos no llegan a salir de la tienda, sino que sirven para que las invitadas se decidan por un estilo u otro, o entiendan cómo se trabaja en el taller en cuestión. "Es un punto de partida para una propuesta".

El proceso de crear un tocado de costura suele comenzar a partir del look elegido la invitada: primero elegimos el vestido y después los complementos. Al menos ese suele ser el procedimiento más habitual. De hecho, la gran mayoría de tocados que cambian la costura por el pret-à-porter suelen coincidir con cambios de opinión last minute, por ejemplo, la invitada se percata del dress code de la boda pocos días antes de la ceremonia, si habla con sus amigas y se da cuenta de que muchas van a llevar un tocado y ella no, o si hay un cambio de outfit de última hora. "En estos casos, las mujeres suelen llevarse un tocado ya hecho. Son cosas que pasan, aunque no es frecuente", explica Anita.

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Si disponemos de algo más de tiempo, el diseño puede elaborarse por encargo, primero acordando una pequeña entrevista en la que se ponen sobre la mesa tanto el tipo de boda a la que vamos a asistir como el papel de la invitada (¿es una amiga ínitima?, ¿la hermana del novio?, ¿la madrina?), y a partir de ahí se prueban varias piezas hasta encontrar el tipo de diseño que resulta más favorecedor y cómodo. No es lo mismo una diadema, que un sombrero de ala ancha o un tocado con plumas. "Sobre esa base es dónde se escogen los adornos, colores y resto de detalles", puntualiza Ana. "Cuando se tiene preparada la pieza, en un período de unas dos semanas, se hace una segunda prueba, y se pueden modificar un poco los colores, o ajustar el velo para que resulte cómodo y no moleste en los ojos. La pieza se remata sobre esos cambios. El proceso completo suele durar un mes como mínimo".

En cuanto a las tendencias, es importante distinguir dos ritmos, lo mismo que sucede con la pasarela y el streetstyle: por un lado, el de que llevan las personas que se dedican a la producción de moda y complementos, y por otro los gustos que dominan la calle. "Hace unos cuatro años, los canotiers y turbantes habría resultado una petición muy rara. Sin embargo, el año pasado ha habido muchísima demanda de este tipo de piezas", explica Ana. Quizás porque nos acostumbramos a verlas en otras mujeres y le perdemos el miedo a esa tendencia en particular.

LOS TOCADOS QUE VAMOS A LLEVAR ESTA PRIMAVERA

Lo que se va a llevar este año: "Las diademas, y más concretamente los tocados montados sobre diademas. El tocado es una pieza que puede ser muy voluminosa, pero si se monta sobre una diadema se vuelve más pequeño y manejable, incluso si lleva muchos adornos". Este año también se incorporan las piezas metálicas de hojas y flores con aspecto envejecido, mezcladas con piezas de tela. "Los tejidos de los tocados son muy ligeros, para que la pieza no pese, buscando siempre materiales bonitos, que se puedan teñir y trabajar". De ahí la persistencia de las plumas, que se resisten a pasar de moda desde hace más de doscientos años. "Es un material bonito, vistoso, que se puede teñir y rizar, favorece y permite múltiples combinaciones".

"Las coronas de flores también se siguen llevando, pero muy elaboradas, con flores de seda, terciopelo o de organza, mezcladas con flores preservadas o piezas de porcelana, algo que hasta ahora estaba reservado exclusivamente a las novias". Ésta, puntualiza, sería otra tendencia por sí misma: elegir piezas que puedan servir lo mismo a una novia que a una invitada (algo que pasa cada vez más a menudo, por ejemplo con las novias que se casan con un pantalón blanco), y que suelen ser un encargo específico de aquella novia que sabe que va a ser también invitada en los próximos meses. Entrarían en esta categoría "las piezas en blanco o crudo, que se mezclan con color". En las bodas de 2016 también veremos un paso más allá en el canotier, con ala muy ancha, y las pamelas de paja de colores con adornos. Las pamelas clásicas, las más rígidas: "Para las madrinas y la madre de la novia, quedan siempre fantásticas".

Un último consejo: "Lo importante es que la invitada elija siempre algo que vaya con su estilo. Por muy bonita que quede una pieza (y a veces tenemos que forzarnos a vernos con algo distinto), si la mujer no se ve con ella es mejor que no se la lleve. Deben ver la pieza como si fuese algo propio", puntualiza Ana.

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1. Halo de cristales que sirve como base para una corona de flores, de BHLDN (90 €). 2. Tocado Dalila con plumas, de MIBÚH (275 €). 3. Diadema de color rosa palo con incrustaciones de cristales, de MIBÚH (39 €). 4. Minisombrero de paja con ramitas de lavanda y eucalipto, de Lucía Be (45 €). 5. Tocado de color blanco para novia e invitada, de Anita Ribbon.