Novias con piel radiante incluso con luz de otoño

Aunque los días sean más cortos y acabemos de volver del verano, el otoño tiene sus ventajas incluso con luz baja

Por hola.com

Las bodas de otoño son mágicas y, simplemente por celebrarse en esta estación, ofrecen cosas que no encontraríamos en una boda de invierno, ni tan siquiera en la temporada alta nupcial. Sin embargo, a la hora de ponerse manos a la obra con el tratamiento de la piel post vacaciones, hay que tener en cuenta los cambios que se dan en la misma en esta época del año, y también la incidencia de la luz, de forma que el rostro siga apareciendo radiante independientemente de la estación, lo mismo al natural que en foto.

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Un ejemplo: el moreno que hayamos cogido durante las vacaciones es más que probable que haya comenzado a desvanecerse, así que habrá que reajustar las pruebas de maquillaje que nos hayamos hecho durante esos meses, y quizá modificar ligeramente las bases e incluso las sombras elegidas para dar profundidad a la mirada. El cuidado de la piel post verano también importa. Tal y como explica los expertos en cosmética de Claudia Di Paolo, el otoño suele marcar un antes y un después en el calendario beauty, ya que es el momento del año en el que la piel recupera su vitalidad, hidratación y buena apariencia tras el deterioro en las capas superficiales que se producen después de tomar el sol. Entre sus consejos para afrontar los cambios estacionales: renovar la piel cuidadosamente y una vez por semana, usando productos exfoliantes específicos para rostro y cuerpo (los gránulos son más pequeños en los primeros ya que la piel es más fina); para evitar un desastre beauty, intenta finalizar esta rutina al menos diez días antes de la boda, a fin de prevenir rojeces o irritaciones de último minuto. También es importante, recuerdan, mantener un nivel adecuado de humedad en el ambiente, evitando el agua demasiado caliente en la ducha, ya que elimina la capa protectora defensiva de la piel, y sustituyendo el jabón habitual por un gel suave rico en lípidos; o mantener una rutina diaria de belleza y cuidado de la piel, que pase por hidratar, nutrir y reafirmar cada mañana, optando siempre por productos con protección solar.

La rutina de belleza diaria también forma parte de las sugerencias 'otoñales' de los especialistas en estética de la clínica Mato Ansorena, quienes, con la llegada del otoño, recuerdan que una piel sana y luminosa comienza por limpiar, tonificar e hidratar la piel, además de intentar mantenernos fieles a una buena rutina de sueño, ya que es por la noche cuando se produce la regeneración de la piel. Entre sus tratamientos de estación, recomiendan el diagnóstico facial a través de rayos ultravioleta, que permite visualizar lesiones pigmentadas en la piel que quedan ocultas a la luz natural, o el uso de cosméticos despigmentantes -siempre indicados por un especialista, nunca de hacerlo de motu propio-, que ayuden a eliminar manchas e imperfecciones, así como a equilibrar el tono de la piel tras el verano.

Ahora bien, el terreno de los cosméticos, la estética e incluso el maquillaje son elementos que podemos controlar con relativo tiempo de antelación al día de la boda cuando nos casamos en otoño, pero ¿qué pasa con los cambios en el clima? Y lo que es más importante: ¿cómo afecta la luz de otoño a la manera en que se ve la piel, tanto en persona como las fotos?

El ángulo que forman los rayos del sol alcanza un punto cada vez más bajo en los meses que van de septiembre a diciembre, si nos atenemos al hemisferio Norte. De ahí que los días sean progresivamente más cortos hasta igualarse con las noches, y que en invierno las horas de oscuridad superen a las horas de luz. ¿Qué significa esto? Que la luz en una boda de otoño va a cambiar a horas diferentes de día que si nos casásemos, por ejemplo, en verano, algo que hay que tener en cuenta a la hora de elegir la fecha de la boda y sobre todo la hora de la misma, y también más tarde, cuando organicemos el día B y nos toque planificar la sesión de fotos, especialmente las fotos de exterior.

Hay que tener en cuenta que gran parte de lo que hace que una foto no sea buena sino espectacular es que tenga buena luz natural. Durante el resto del año, la luz más cálida y suave se produce cuando los rayos del sol están más cerca del horizonte, justo después del amanecer (un poco difícil en el caso de una boda) o antes del atardecer. La buena noticia es que en otoño, aunque el día sea más corto, la luz natural durante todo el día es similar a este tipo de luz 'baja', debido a la posición de la Tierra respecto al sol. Cuando acuerdes las fotos con tu fotógrafo, no olvides hablar de la luz, la estación y las posibilidades que ésta ofrece, buscando también alternativas o un 'plan B' si la sesión se retrasa, o si tenemos que hacer las fotos con lluvia.